Puedo,
porque podría;
pero no puedo
porque... aunque quiero
¡porque a él lo quiero!,
no quiero,
porque él me duele.
martes, 28 de agosto de 2012
jueves, 23 de agosto de 2012
Ojos Hechos Sangre
3 de mayo de 2005
"Querido diario, no te he podido escribir porque he estado muy ocupada. Me pondré al corriente:
A él se le vieron los ojos en rojo, después vinieron por mí."
(...) El martes tal vez haya sido el peor día de mi vida; pero ya hemos dicho cuando va a ser el PEOR día de mi vida."
A penas y diviso el resplandor rojizo en el patio trasero de la escuela. No sé por qué. ¿Quién es él?, ¡¿Quién es él?! algo hacíamos en el campo, quizá fue magia, quizá fue un juego. Y se traba mi memoria en esa imagen: ocultaba algo en los ladrillos, un papel, creo. Tenían algo escrito, algo importante y muy secreto; él estaba ahí, me veía con sus ojos hechos sangre.
"Querido diario, no te he podido escribir porque he estado muy ocupada. Me pondré al corriente:
A él se le vieron los ojos en rojo, después vinieron por mí."
(...) El martes tal vez haya sido el peor día de mi vida; pero ya hemos dicho cuando va a ser el PEOR día de mi vida."
A penas y diviso el resplandor rojizo en el patio trasero de la escuela. No sé por qué. ¿Quién es él?, ¡¿Quién es él?! algo hacíamos en el campo, quizá fue magia, quizá fue un juego. Y se traba mi memoria en esa imagen: ocultaba algo en los ladrillos, un papel, creo. Tenían algo escrito, algo importante y muy secreto; él estaba ahí, me veía con sus ojos hechos sangre.
miércoles, 22 de agosto de 2012
¿Quién es él?
Si has llegado a leer algo de "El Diario de Sophia", sabrás de mi insaciable obsesión con leerme diarios viejos. El único motivo es que he perdido la cabeza, mi memoria está muy dañada y recuerdo casi nada de antes del 16 de agosto de 2010. Me han ocurrido cosas muy extrañas, algo deben tener que ver con mi difuso y tembloroso pasado; quiero decir, no precisamente las cicatrices nos dirán hacia donde ir, pero si nos recordarán donde hemos estado. ¡Eso es lo que necesito, recordar!
Hoy tomo un diario del 2005. No te imaginas lo difícil que es hallar una fecha en mis escritos; por alivio está ahí, 1 de mayo de 2005, debí tener diez u once años (no tengo cráneo para cuentas ahora). Además de escribir de amor, como lo he hecho desde que quise buscarle un significado, escribí sobre algo que me daba miedo; me refiero a ello sólo con puntos suspensivos. Cito:
"El niño que tiene mucho que ver con... con...
Me ha dado miedo, mejor te cuento mañana"
¿A qué pude temerle?, ¿quién es él?, pero ¡¿Quién rayos es él?
Hoy tomo un diario del 2005. No te imaginas lo difícil que es hallar una fecha en mis escritos; por alivio está ahí, 1 de mayo de 2005, debí tener diez u once años (no tengo cráneo para cuentas ahora). Además de escribir de amor, como lo he hecho desde que quise buscarle un significado, escribí sobre algo que me daba miedo; me refiero a ello sólo con puntos suspensivos. Cito:
"El niño que tiene mucho que ver con... con...
Me ha dado miedo, mejor te cuento mañana"
¿A qué pude temerle?, ¿quién es él?, pero ¡¿Quién rayos es él?
martes, 21 de agosto de 2012
Sobre el Teatro
"El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma."
Arthur Miller
Arthur Miller
lunes, 20 de agosto de 2012
Por Amarte
Una gota se fue
con la angustia y la fe,
esperanza de ser
algo más que el ayer.
El viento te llevará y ya nunca podré recuperarte.
Culpo al miedo
que he sentido ya una vez
que siento ahora
¡es incapaz de desaparecer!
De una vez lo gritaré, de una vez lo gritaré.
Por amarte
¡toda la culpa fue por hablarte!
por quedarme
y quizás, por nunca escucharte.
Besos secos; un verdadero amor. Rencor; dos corazones se extravían.
Ya no podré beberte
¡Ay!, el amor mío
corriendo por el río
ya no tengo vergüenza.
con la angustia y la fe,
esperanza de ser
algo más que el ayer.
El viento te llevará y ya nunca podré recuperarte.
Culpo al miedo
que he sentido ya una vez
que siento ahora
¡es incapaz de desaparecer!
De una vez lo gritaré, de una vez lo gritaré.
Por amarte
¡toda la culpa fue por hablarte!
por quedarme
y quizás, por nunca escucharte.
Besos secos; un verdadero amor. Rencor; dos corazones se extravían.
Ya no podré beberte
¡Ay!, el amor mío
corriendo por el río
ya no tengo vergüenza.
domingo, 19 de agosto de 2012
Quédate
Me gustan tanto tus ojos, llenan el vacío hiriente de nuestra despedida, que fue tan tonta y sin sentido como el niño que rompe su objeto preferido por querer jugar con él. No le encuentro sentido tampoco a todo esto; eramos niños, esa es mi única excusa.
Me lamento por todo lo que te callé, pero lamentar no es suficiente, no enmendará los daños hechos. No me queda más que vivir ahora con lo que me tengas que ofrecer, con lo que podamos ser juntos y por separado. Te quiero de todos modos, te quiero a mi lado de cualquier manera.
El olor suspendido en nuestras pieles sigue ahí; a ti te encantan los recuerdos y yo los pisoteo y chamusco con cerillos o un encendedor. Pero en el fondo soy tan cursi como tú, atesoro aquello que me diste en un baúl sin fondo, con los pensamientos rotos y las pesadillas encadenadas a un rincón.
Quiere volver la sensación tan loca de tenerte, tomarte de la mano y con el corazón sentir. Por vez primera "te siento" como he aprendido a sentirlo todo: con el corazón, con mi ser entero.
Te pediría "vuelve", pero siempre has estado aquí, y ahora sé que queriéndome igual siempre . No sé si te importe el amplio manto de los años, yo soy de la idea de que no hemos cambiado, no hemos revelado a nosotros mismos en el camino, venciendo el miedo. Y mi miedo ha sido tanto que a veces no he vencido yo, no soy la misma para ti, soy mejor para mi y posiblemente un fastidio para los demás.
Has vuelto a provocar que el corazón se agite, no había estado tan nerviosa desde hace mucho; confieso que son pocos los que tienen ese don. Nunca te olvidé, mi amor... te dejé a un lado por el dolor que provocabas.
El color del mundo que una vez hubimos creado no se perdió en el vació o en el suspiro tuyo. Está guardado, y aún pinta mis paredes y mis sueños. La memoria está dañada, los sentimientos son los mismos; yo no me fío de mi mente, me fío del corazón.
Vuelve, porque me gustan mucho tus ojos. Vuelve, con el sabor de tus labios, de tu todo...
No, no, no vuelvas; quédate.
Me lamento por todo lo que te callé, pero lamentar no es suficiente, no enmendará los daños hechos. No me queda más que vivir ahora con lo que me tengas que ofrecer, con lo que podamos ser juntos y por separado. Te quiero de todos modos, te quiero a mi lado de cualquier manera.
El olor suspendido en nuestras pieles sigue ahí; a ti te encantan los recuerdos y yo los pisoteo y chamusco con cerillos o un encendedor. Pero en el fondo soy tan cursi como tú, atesoro aquello que me diste en un baúl sin fondo, con los pensamientos rotos y las pesadillas encadenadas a un rincón.
Quiere volver la sensación tan loca de tenerte, tomarte de la mano y con el corazón sentir. Por vez primera "te siento" como he aprendido a sentirlo todo: con el corazón, con mi ser entero.
Te pediría "vuelve", pero siempre has estado aquí, y ahora sé que queriéndome igual siempre . No sé si te importe el amplio manto de los años, yo soy de la idea de que no hemos cambiado, no hemos revelado a nosotros mismos en el camino, venciendo el miedo. Y mi miedo ha sido tanto que a veces no he vencido yo, no soy la misma para ti, soy mejor para mi y posiblemente un fastidio para los demás.
Has vuelto a provocar que el corazón se agite, no había estado tan nerviosa desde hace mucho; confieso que son pocos los que tienen ese don. Nunca te olvidé, mi amor... te dejé a un lado por el dolor que provocabas.
El color del mundo que una vez hubimos creado no se perdió en el vació o en el suspiro tuyo. Está guardado, y aún pinta mis paredes y mis sueños. La memoria está dañada, los sentimientos son los mismos; yo no me fío de mi mente, me fío del corazón.
Vuelve, porque me gustan mucho tus ojos. Vuelve, con el sabor de tus labios, de tu todo...
No, no, no vuelvas; quédate.
Azul
En una noche, cientos
de sueños perdidos;
estrellas, bellas durmientes
de deseos jamás concedidos.
Vi entonces a mi espectro azul
por la ventana y entre mis cobijas,
las alas de siempre, pero es nueva su luz
no desvanece,es de llama y de ceniza.
Nueva es su luz,
brilla de más y le estorba al sol,
no amanece o se hace más noche
azul es su luz, azul es su amor.
¡Colosales, hermosas! alas de seda y de serpientes
con el don de borrarme la memoria,
con el don de dejar sintiéndome sola;
escucho el siseo en el oído, resuena hasta en los huesos.
Cuento azul, cuento de flores,
de la tierra triste del semblante airado
que con la pena que oye
viene a mí, huye asustado.
La tierra en llamas de mi espectro azul
de gritos fieros y aullidos enfermizos;
yo seré la calma que acoja a tus ojos,
callaré en tus sueños a los ángeles caídos.
Te recuestas a un lado, infestado de miedo
descansa, con mi amor y con mis besos
Recuerda, que los recuerdos no recuerdas,
mientras sigas tú azul, mientras te cante siseos.
de sueños perdidos;
estrellas, bellas durmientes
de deseos jamás concedidos.
Vi entonces a mi espectro azul
por la ventana y entre mis cobijas,
las alas de siempre, pero es nueva su luz
no desvanece,es de llama y de ceniza.
Nueva es su luz,
brilla de más y le estorba al sol,
no amanece o se hace más noche
azul es su luz, azul es su amor.
¡Colosales, hermosas! alas de seda y de serpientes
con el don de borrarme la memoria,
con el don de dejar sintiéndome sola;
escucho el siseo en el oído, resuena hasta en los huesos.
Cuento azul, cuento de flores,
de la tierra triste del semblante airado
que con la pena que oye
viene a mí, huye asustado.
La tierra en llamas de mi espectro azul
de gritos fieros y aullidos enfermizos;
yo seré la calma que acoja a tus ojos,
callaré en tus sueños a los ángeles caídos.
Te recuestas a un lado, infestado de miedo
descansa, con mi amor y con mis besos
Recuerda, que los recuerdos no recuerdas,
mientras sigas tú azul, mientras te cante siseos.
sábado, 18 de agosto de 2012
Te Extraño
Recuerdo cada día en el que estuviste a mi lado, y tiempo atrás te lloré mares para que tú aún me recordaras.
La sensación al caminar contigo era grandiosa, como flotar sobre nubes. Volaba en el cielo, ni una lágrima solté.
El reencuentro me hizo ver que mi corazón no se ha detenido, que sigo esperando despertar un día en tus brazos sonriéndole al espejo de tus ojos.
Te extraño. A veces diario, a veces cada minuto.
Hoy fue un día muy oscuro, triste... sin importar los pasos dados ningún camino parecía correcto. ¿en dónde estás? Te espero.
No sé la verdad, no sé que es lo que sabes. Desearía poder mirar a través de ti, pero eres impenetrable.
En cambio, siendo falso o siendo cierto, te extrañaré hoy igual que ayer.
La sensación al caminar contigo era grandiosa, como flotar sobre nubes. Volaba en el cielo, ni una lágrima solté.
El reencuentro me hizo ver que mi corazón no se ha detenido, que sigo esperando despertar un día en tus brazos sonriéndole al espejo de tus ojos.
Te extraño. A veces diario, a veces cada minuto.
Hoy fue un día muy oscuro, triste... sin importar los pasos dados ningún camino parecía correcto. ¿en dónde estás? Te espero.
No sé la verdad, no sé que es lo que sabes. Desearía poder mirar a través de ti, pero eres impenetrable.
En cambio, siendo falso o siendo cierto, te extrañaré hoy igual que ayer.
viernes, 17 de agosto de 2012
Dime
Seguiré escribiendo para ti hasta que te esfumes de mis sueños...
Dime, ¿qué pensabas cada vez que me veías?, ¿me viste al menos una vez? No tengo el recuerdo de tus ojos en mis ojos, ni de tus historias contadas por tu propia fe. Dime, ¿qué esperabas al encontrarme? supongo que en verdad creíste que sería muy fácil, que me olvidaría de todo; pues no, mi memoria está dañada, pero el corazón es quien no olvida. Dime, ¿qué buscabas, qué querías?
Te di la oportunidad de deshacerte de mi. No te entiendo, ¿porque sigo soñándote a pesar del frío de un adiós? Fue un adiós en el que nunca me dijiste que no, nunca me dejaste ir del todo.
¡Basta de engaños! porque la sonrisa falsa insulta y no le miente a nadie. Eres un pésimo actor, nada sabes fingir. ¡Mírame de cerca, atrévete a ver mi rostro! sé que no eres tan valiente como dices.
Lloré cientos de noches por la partida de tu voz, me asfixié entre las cobijas y mi propio llanto. Hoy, ¿qué tengo a cambio? un "te amo" falso.
Dime, ¿qué esperabas que pudiera ser?, ¿me amabas... de verdad me amabas?
Por favor dime, ¡¿qué buscabas, que querías?! tú mente no la sé leer.
Te soñé otra vez. No recuerdo qué, y no importa tampoco. Pero cada sueño es una carta, una lágrima desperdiciada, una soga al cuello.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Olvidados
Los corazones callan,
el tuyo cayó por demasiados años.
¿Por qué no me habías dicho que me amabas?
Ayer (siempre hallándote en mi ayer)... ayer, caminamos de la mano, sin prisa y con las miradas empañadas. La luces de la noche se perdían con nuestra música, la creación de nuestras voces tocándose otra vez. Y yo que pensé que hoy hablaría de amores olvidados; terminaré escribiendo sobre corazones que se entregan.
Tu mirada nunca ha vuelto a parecerme tan vacía, tan perdida en la incertidumbre como anoche. Te acaricié la mano porque también sentí ese amor, el amor que perdura a pesar de los naufragios.
Cuando llegué a casa saboreé soñar despierta hasta el amanecer. Me arrebataste el sueño y los suspiros como antes. A penas me imaginaba la silueta de tu rostro frente a mí, y si llegué a dormir, fue con el calor de tu mano entrelazada con la mía. Y fue mi fantasía ese mirar tan tuyo, tu boca y tu abrazo también.
No te vayas otra vez. Sabía que pasaría, que volverías; pero por favor, no te vayas otra vez. Ahora quiero escucharte cantarme en el oído. La primera ocasión fuimos niños, hoy el tiempo ya ha pasado.
No hay recuerdos de ataduras entre nosotros, nuestra historia solamente fue emoción, aventura... después; desgracia. Mis labios no tuvieron que sellarse cuando estuvimos juntos, tú me entendías, tú me amabas así.
Aunque estuviste a punto de provocar una lágrima, el beso del encuentro apaciguó la herida. No extraviaría tu bella risa por nada, ni por tu poesía o tu carisma natural.
Jamás la noche oyó dos voces tan iguales, tan la una para la otra, tan imperfectamente compatibles. Y fueron las voces los recuerdos, las anécdotas.
Al final tu voz fue esa caricia, la que no se olvida, la que se envolverá en mis cobijas y me arrullará al dormir.
el tuyo cayó por demasiados años.
¿Por qué no me habías dicho que me amabas?
Ayer (siempre hallándote en mi ayer)... ayer, caminamos de la mano, sin prisa y con las miradas empañadas. La luces de la noche se perdían con nuestra música, la creación de nuestras voces tocándose otra vez. Y yo que pensé que hoy hablaría de amores olvidados; terminaré escribiendo sobre corazones que se entregan.
Tu mirada nunca ha vuelto a parecerme tan vacía, tan perdida en la incertidumbre como anoche. Te acaricié la mano porque también sentí ese amor, el amor que perdura a pesar de los naufragios.
Cuando llegué a casa saboreé soñar despierta hasta el amanecer. Me arrebataste el sueño y los suspiros como antes. A penas me imaginaba la silueta de tu rostro frente a mí, y si llegué a dormir, fue con el calor de tu mano entrelazada con la mía. Y fue mi fantasía ese mirar tan tuyo, tu boca y tu abrazo también.
No te vayas otra vez. Sabía que pasaría, que volverías; pero por favor, no te vayas otra vez. Ahora quiero escucharte cantarme en el oído. La primera ocasión fuimos niños, hoy el tiempo ya ha pasado.
No hay recuerdos de ataduras entre nosotros, nuestra historia solamente fue emoción, aventura... después; desgracia. Mis labios no tuvieron que sellarse cuando estuvimos juntos, tú me entendías, tú me amabas así.
Aunque estuviste a punto de provocar una lágrima, el beso del encuentro apaciguó la herida. No extraviaría tu bella risa por nada, ni por tu poesía o tu carisma natural.
Jamás la noche oyó dos voces tan iguales, tan la una para la otra, tan imperfectamente compatibles. Y fueron las voces los recuerdos, las anécdotas.
Al final tu voz fue esa caricia, la que no se olvida, la que se envolverá en mis cobijas y me arrullará al dormir.
lunes, 13 de agosto de 2012
Aprende a Ser Libre
"Hace muchos años un amigo mío me dijo que había aprendido a pactar con sus sueños y sus limitaciones. El hombre había corrido el mundo persiguiendo sus sueños. Y sus sueños siempre corrían más que él.
Entonces yo me escandalicé tanto como quizá vosotros lo hayáis hecho hace un momento. Pero la vida me enseñó que, para ganar, muchas veces hay que negociar. Desde que mi amigo pactó consigo mismo, logró soñar lo alcanzable y así consiguió, al fin, sus sueños.
¿Sabéis lo que es la libertad?
Una utopía. La libertad es un concepto. algo que sólo existe en la mente, y que es distinto para cada individuo y tiene una parte física y otra mental. Una vez que la parte física está cubierta en un mínimo razonable, lo demás pertenece a la mente. Libertad es poder hacer lo que uno desea. Yo he aprendido a saber desear. Yo hago lo que deseo. Soy libre.
Pero no cerréis vuestro pacto antes de los sesenta años.
-¿Por qué no antes?
Porque si pactáis demasiado pronto, no tendréis historias que contarles a vuestros nietos."
Entonces yo me escandalicé tanto como quizá vosotros lo hayáis hecho hace un momento. Pero la vida me enseñó que, para ganar, muchas veces hay que negociar. Desde que mi amigo pactó consigo mismo, logró soñar lo alcanzable y así consiguió, al fin, sus sueños.
¿Sabéis lo que es la libertad?
Una utopía. La libertad es un concepto. algo que sólo existe en la mente, y que es distinto para cada individuo y tiene una parte física y otra mental. Una vez que la parte física está cubierta en un mínimo razonable, lo demás pertenece a la mente. Libertad es poder hacer lo que uno desea. Yo he aprendido a saber desear. Yo hago lo que deseo. Soy libre.
Pero no cerréis vuestro pacto antes de los sesenta años.
-¿Por qué no antes?
Porque si pactáis demasiado pronto, no tendréis historias que contarles a vuestros nietos."
-El Retorno Cátaro- Jorge Molist
domingo, 12 de agosto de 2012
Summer Moons
There, in the sunset, were you on my bed, sleeping quietly; while the endless rain soaked the windows and our memories.
I saw you once in the park, but you have forgotten it. You skated even the rainy days, with your long hair wet like a dog. You looked funny, and I laughed behind you. Don´t you remember the fastidious flu that you got? Now, I have counted the days and you are different, more serious, and now you prefer to spend the day inside.
I keep the summer moons, and I still like walking without a umbrella, being sheltered by the city lights. You see me with your gray shinny eyes, on the walkside beside me. You have changed, you always were right about our different ages, but I didn´t hear you because -and you know me- I am a goat.
Your smile is the same, warm despite everything, like a spell, with those sweet notes at the edges. It doesn´t matter the snow, you know how to be a gentleman and share me your coat after a kiss. You run to home letting me some steps behind, without leaving my hand alone. The rain turned in storm.
I miss the part of you that the storm has taken. I miss you telling me tales of beasts and princesses, where always appear a prince with your name; but I undesrtand, now you are a grow man and your interests are others.
I miss our dripping bodies full of surprises, singing together under the rain, under a new moon founded.
Your way of looking the world is sad, but I understand, you are a grow man.
I saw you once in the park, but you have forgotten it. You skated even the rainy days, with your long hair wet like a dog. You looked funny, and I laughed behind you. Don´t you remember the fastidious flu that you got? Now, I have counted the days and you are different, more serious, and now you prefer to spend the day inside.
I keep the summer moons, and I still like walking without a umbrella, being sheltered by the city lights. You see me with your gray shinny eyes, on the walkside beside me. You have changed, you always were right about our different ages, but I didn´t hear you because -and you know me- I am a goat.
Your smile is the same, warm despite everything, like a spell, with those sweet notes at the edges. It doesn´t matter the snow, you know how to be a gentleman and share me your coat after a kiss. You run to home letting me some steps behind, without leaving my hand alone. The rain turned in storm.
I miss the part of you that the storm has taken. I miss you telling me tales of beasts and princesses, where always appear a prince with your name; but I undesrtand, now you are a grow man and your interests are others.
I miss our dripping bodies full of surprises, singing together under the rain, under a new moon founded.
Your way of looking the world is sad, but I understand, you are a grow man.
viernes, 10 de agosto de 2012
Diálogos Con Mi Furibunda Compañera
Diálogos con mi furibunda compañera
Por Eduardo Tejeda y Violeta Carrasco
Obra teatral-fragmento
Él: (Se sienta y con un ademán le invita a sentarse. Le da un sorbo a su café sonoramente) - ¿Sabes...? de vez en vez ya me das miedo.
Muerte: (Ahora burlona) - ¿Y vienes a decírmelo hasta ahora? te he tomado de la mano durante el sendero entero, ¿en qué momento me volví terror?
Él: (Inclinándose hacia adelante) - Temo cuando susurras a mi paz que te acompañe ya por siempre, y yo, no quiero.
Muerte: ¡Te he susurrado hasta en la cuna!, pero es el miedo el que afinó tu oído.
Él: - ¡Y yo que sufrí pena creyendo me ignorabas por completo! Tuve tantas ganas de odiar y pisotear a los ciegos, de arrancarles las manos, de escupirlos, y así... hacerles el amor. ¿Por qué esas veces en las que el dolor me carcomía, no pudiste estar aquí?
Muerte: (Le acaricia el rostro para calmarlo) - Siempre he estado ahí, mi amor. Susurrándote al oído, buscándote los labios. Te he amado desde que vi abrirse tus ojos.
Secretos
Me encantaría ser una serigrafía
colgada en la pared,
o ser los corazones rotos
bajo la lluvia...
Los secretos serían míos.
colgada en la pared,
o ser los corazones rotos
bajo la lluvia...
Los secretos serían míos.
Ian Curtis
miércoles, 8 de agosto de 2012
Los Amantes Siempre Han Sido Contrariados
LISANDRO.- ¿Y bien amor mío? ¿Por qué palidecen tanto tus mejillas? ¿Cómo es que sus rosas se descoloran tan pronto?
HERMIA.- Parece que por falta de lluvia; si bien podría yo regarlas de sobra con la tormenta de mis ojos.
LISANDRO.- ¡Ay de mí! Cuánto llegué a leer o a escuchar, ya fuese de historia o de romance, muestra que jamás el camino del verdadero amor se vio exento de borrascas. Unas veces nacen los obstáculos de la diversidad de condiciones.
HERMIA.- ¡Oh manantial de contradicciones y desgracias, el amor que sujeta al príncipe a los pies de la humilde pastora!
LISANDRO.- Otras veces está la desproporción en los años.
HERMIA.- Triste espectáculo, ver el otoño unido a la primavera.
LISANDRO.- Otras, en fin, forzaron a la elección, la guerra, la enfermedad, la muerte la asediaron; haciendo que el goce fuese momentáneo como el sonido, rápido como la sombra, breve como un corto sueño, y fugaz como el relámpago que en la oscuridad de la noche ilumina el cielo y tierra, y antes que el hombre tenga tiempo de decir ¡mira!, se ha perdido ya en el seno de las tinieblas: tan pronto las cosas brillantes se abisman en las sombras de la confusión.
HERMIA.- Pues si los verdaderos amantes siempre fueron contrariados, ha de ser por decreto del destino. Armémonos, pues, de paciencia en nuestra prueba, ya que esta no es sino una cruz habitual, tan propia del amor como los pensamientos, las ilusiones, los suspiros, los deseos y las lágrimas, triste séquito de la fantasía.
Sueño de una noche de verano de William Shakespeare
HERMIA.- Parece que por falta de lluvia; si bien podría yo regarlas de sobra con la tormenta de mis ojos.
LISANDRO.- ¡Ay de mí! Cuánto llegué a leer o a escuchar, ya fuese de historia o de romance, muestra que jamás el camino del verdadero amor se vio exento de borrascas. Unas veces nacen los obstáculos de la diversidad de condiciones.
HERMIA.- ¡Oh manantial de contradicciones y desgracias, el amor que sujeta al príncipe a los pies de la humilde pastora!
LISANDRO.- Otras veces está la desproporción en los años.
HERMIA.- Triste espectáculo, ver el otoño unido a la primavera.
LISANDRO.- Otras, en fin, forzaron a la elección, la guerra, la enfermedad, la muerte la asediaron; haciendo que el goce fuese momentáneo como el sonido, rápido como la sombra, breve como un corto sueño, y fugaz como el relámpago que en la oscuridad de la noche ilumina el cielo y tierra, y antes que el hombre tenga tiempo de decir ¡mira!, se ha perdido ya en el seno de las tinieblas: tan pronto las cosas brillantes se abisman en las sombras de la confusión.
HERMIA.- Pues si los verdaderos amantes siempre fueron contrariados, ha de ser por decreto del destino. Armémonos, pues, de paciencia en nuestra prueba, ya que esta no es sino una cruz habitual, tan propia del amor como los pensamientos, las ilusiones, los suspiros, los deseos y las lágrimas, triste séquito de la fantasía.
Sueño de una noche de verano de William Shakespeare
martes, 7 de agosto de 2012
¿Es Amor?
-¿Cuándo dejarás que elija tu corazón?- me dijo.
-No te me acerques, te fuiste, no quiero que me vuelvas a tocar.
Tomó mi mano con precaución, me la quité de encima.
-¿Cuándo harás que el cielo llueva sobre ti?
Lo miré desilusionada, sabía de lo que me estaba hablando; su poema favorito, era eso.
-No me dejas opción, vete.
Nos vimos envueltos en un silencio horrible, ambos estábamos a punto de romper en llanto. De pronto mis lágrimas empezaron a caer con calma, no hice ningún sonido, parecía que las paredes se cerraban, que se me caían las alas y con ellas mi libertad; no volaría de nuevo. Él se fue sin romper el silencio; siempre se va.
Su sombra está hecha de mentiras, mas no lo olvido. Fue tan duro que ya no recuerdo lo que me dijo. Sentía mis manos atadas, había extraviado tantas cosas. El beso de su sombra me calló, fue mi sueño más preciado; no lo merezco.
Se escuchan ahora voces a través de las paredes, son las voces del recuerdo. Parece que murmuraran los objetos lo que vieron, lo que fuimos. Mi alma se hace pedazos, los brazos me duelen, la cuerda que me ata va cortando la circulación de mis muñecas, mi cuerpo no respira.
No entiendo sus múltiples partidas, ¿eso es amor?
No pierde, no espera, no regresa, me lastima. Los trozos de un corazón roto arden en la piel... los labios siguen secos y callados. Después de dos minutos de que cerraras la puerta, escucho la historia que me narras, tu poema favorito insertado en mi memoria.
Lo oigo como un silbido, apenas una canción triste de dos. Pero lo viviste, viviste mi mismo dolor.
-No te me acerques, te fuiste, no quiero que me vuelvas a tocar.
Tomó mi mano con precaución, me la quité de encima.
-¿Cuándo harás que el cielo llueva sobre ti?
Lo miré desilusionada, sabía de lo que me estaba hablando; su poema favorito, era eso.
-No me dejas opción, vete.
Nos vimos envueltos en un silencio horrible, ambos estábamos a punto de romper en llanto. De pronto mis lágrimas empezaron a caer con calma, no hice ningún sonido, parecía que las paredes se cerraban, que se me caían las alas y con ellas mi libertad; no volaría de nuevo. Él se fue sin romper el silencio; siempre se va.
Su sombra está hecha de mentiras, mas no lo olvido. Fue tan duro que ya no recuerdo lo que me dijo. Sentía mis manos atadas, había extraviado tantas cosas. El beso de su sombra me calló, fue mi sueño más preciado; no lo merezco.
Se escuchan ahora voces a través de las paredes, son las voces del recuerdo. Parece que murmuraran los objetos lo que vieron, lo que fuimos. Mi alma se hace pedazos, los brazos me duelen, la cuerda que me ata va cortando la circulación de mis muñecas, mi cuerpo no respira.
No entiendo sus múltiples partidas, ¿eso es amor?
No pierde, no espera, no regresa, me lastima. Los trozos de un corazón roto arden en la piel... los labios siguen secos y callados. Después de dos minutos de que cerraras la puerta, escucho la historia que me narras, tu poema favorito insertado en mi memoria.
Lo oigo como un silbido, apenas una canción triste de dos. Pero lo viviste, viviste mi mismo dolor.
lunes, 6 de agosto de 2012
Exceso de Amor
No te creo. Nunca me he tragado tus mentiras pero fingí creerlas porque la verdad me destrozaba el corazón. No tienes que decirme más, ya no sigas. Tampoco confundí tus besos falsos con el amor sincero que yo sé que me tenías; sin embargo tu forma de amar es confusa, muy contradictoria, punzo-cortante.
Sabes que yo te lo habría dado todo: el mundo que no me he atrevido a compartir con nadie más, te habría hecho parte de mis sueños más secretos y de espejos, espejos lisos y perfectos. Quise darte en un beso alma, corazón y cuerpo. Ser tuya en mente, en espíritu. Yo pensaba que entendías de estas cosas; me escribiste todo el tiempo, pero pocas veces te vi actuar.
Mi intención no es plantarme de santa y acusarte de todo; reconozco mis errores también. Jamás fui ni la más fiel, ni la más sincera, o la más correcta o la mejor portada. Sé que también soy culpable, sé que te he causado daño y eso me hiere. Lo que cala más profundo de todo es que no tenía el valor para sincerarme; tampoco espero que comprendas eso, el miedo es un defecto arraigado en mí.
En cambio puedo decirte que tuve el valor para aprender, para corregir el daño hecho; y sobre todo para crecer, para que creciéramos juntos, para poder darte lo mejor de mí. Si algo aprendí de ti fue que somos un equipo. Aún deseo que no hayan sido palabras vacías.
No quiero reclamarte nada, únicamente te digo que no, que ya no sigas. No te imaginas como se estruja mi corazón con la despedida.
Parece como si tú nunca hubieras crecido ni aprendido nada. Son tus mismas frases, tus mismas faltas, me inventas lo mismo una y otra vez... y yo ya no te creo nada. Mientes al decirme que me amas, que deseas estar a mi lado.
Se van evaporando mis ganas de charlar contigo, ya fueron muchas noches sin dormir. Nadie ama como yo, te lo aseguro; y si no me quieres así está bien. No te deseo el mal, espero que encuentres lo que buscas; pero dile a tu fantasma que se esfume de una vez. Y no me mires así, debiste saber que pasaría algún día, que yo me cansaría de tu falacia, de tu teatro; a pesar de que te amara con locura.
Sigo amándote (y cabe decirlo, en exceso), siento que muero al pronunciarlo. Yo te elegí a ti, entre todos; elegí tu mirada, tu sonrisa, tu voz, tu forma de caminar, de pensar, de reír. Siempre te amé a pesar de todo y tu fuiste el único que rechazó mi corazón.
Ojalá y un día pierdas la cobardía que veo en tus ojos, sepas pelear por lo que quieres. Ojalá valores lo que ya tienes y dejes de hacerte siempre la víctima, eso no va contigo. Y ojalá marchites todo eso que te di, olvides que fuimos... que somos, que amamos.
Sabes que yo te lo habría dado todo: el mundo que no me he atrevido a compartir con nadie más, te habría hecho parte de mis sueños más secretos y de espejos, espejos lisos y perfectos. Quise darte en un beso alma, corazón y cuerpo. Ser tuya en mente, en espíritu. Yo pensaba que entendías de estas cosas; me escribiste todo el tiempo, pero pocas veces te vi actuar.
Mi intención no es plantarme de santa y acusarte de todo; reconozco mis errores también. Jamás fui ni la más fiel, ni la más sincera, o la más correcta o la mejor portada. Sé que también soy culpable, sé que te he causado daño y eso me hiere. Lo que cala más profundo de todo es que no tenía el valor para sincerarme; tampoco espero que comprendas eso, el miedo es un defecto arraigado en mí.
En cambio puedo decirte que tuve el valor para aprender, para corregir el daño hecho; y sobre todo para crecer, para que creciéramos juntos, para poder darte lo mejor de mí. Si algo aprendí de ti fue que somos un equipo. Aún deseo que no hayan sido palabras vacías.
No quiero reclamarte nada, únicamente te digo que no, que ya no sigas. No te imaginas como se estruja mi corazón con la despedida.
Parece como si tú nunca hubieras crecido ni aprendido nada. Son tus mismas frases, tus mismas faltas, me inventas lo mismo una y otra vez... y yo ya no te creo nada. Mientes al decirme que me amas, que deseas estar a mi lado.
Se van evaporando mis ganas de charlar contigo, ya fueron muchas noches sin dormir. Nadie ama como yo, te lo aseguro; y si no me quieres así está bien. No te deseo el mal, espero que encuentres lo que buscas; pero dile a tu fantasma que se esfume de una vez. Y no me mires así, debiste saber que pasaría algún día, que yo me cansaría de tu falacia, de tu teatro; a pesar de que te amara con locura.
Sigo amándote (y cabe decirlo, en exceso), siento que muero al pronunciarlo. Yo te elegí a ti, entre todos; elegí tu mirada, tu sonrisa, tu voz, tu forma de caminar, de pensar, de reír. Siempre te amé a pesar de todo y tu fuiste el único que rechazó mi corazón.
Ojalá y un día pierdas la cobardía que veo en tus ojos, sepas pelear por lo que quieres. Ojalá valores lo que ya tienes y dejes de hacerte siempre la víctima, eso no va contigo. Y ojalá marchites todo eso que te di, olvides que fuimos... que somos, que amamos.
domingo, 5 de agosto de 2012
Día sin Luz, Noche sin Estrellas,
Fui pensándote todo el camino de regreso,
rara vez se me ve así,
con la mirada perdida porque ya nadie me tiene.
Quedan dudas insolubles
en las que no gastaré más mi tiempo
porque nadie sabe qué es verdad.
Si fuiste tú, si ella fue... no se sabe.
El mundo es neutro, te lo dije
y cada uno lo pinta a color
o a blanco y negro.
No me di cuenta cómo amaneció hoy,
pero el día fue quedándose sin luz;
la noche, sin estrellas.
Me duele el corazón, todo es oscuro,
es la última vez que me tortura Incertidumbre
(Mi corazón es de naturaleza masoquista).
Y cargando el dolor mi día fue gris,
aunque amistosamente,
aunque sin tenderme la mano en falso y además
sin hacerme derramar una sola lágrima.
Pensaba simplemente sin saber en qué pensar,
temía sin saber a qué temer,
sin saber qué ocurriría,
sin saber qué es lo que quiero,
sin saber si tú me quieres.
rara vez se me ve así,
con la mirada perdida porque ya nadie me tiene.
Quedan dudas insolubles
en las que no gastaré más mi tiempo
porque nadie sabe qué es verdad.
Si fuiste tú, si ella fue... no se sabe.
El mundo es neutro, te lo dije
y cada uno lo pinta a color
o a blanco y negro.
No me di cuenta cómo amaneció hoy,
pero el día fue quedándose sin luz;
la noche, sin estrellas.
Me duele el corazón, todo es oscuro,
es la última vez que me tortura Incertidumbre
(Mi corazón es de naturaleza masoquista).
Y cargando el dolor mi día fue gris,
aunque amistosamente,
aunque sin tenderme la mano en falso y además
sin hacerme derramar una sola lágrima.
Pensaba simplemente sin saber en qué pensar,
temía sin saber a qué temer,
sin saber qué ocurriría,
sin saber qué es lo que quiero,
sin saber si tú me quieres.
viernes, 3 de agosto de 2012
No es Poesía
No es que hablemos de poesía,
nuestras palabras se hacen verso
porque emanan de ti, de mí;
nuestro conjunto en sí es poético.
¿Qué pasaría si te enamoraras de mí?
¿Sería tan cruel como lo predijimos?
No hablamos de poesía,
hablamos de desnudez, de espejos,
que desnudarse es ser espejo,
que si deseas verte reflejado en mí,
que si estás dispuesto a esperar.
La conversación se fue tornando opaca y en tus ojos asimilé la respuesta:
Sí, estás dispuesto a esperar.
nuestras palabras se hacen verso
porque emanan de ti, de mí;
nuestro conjunto en sí es poético.
¿Qué pasaría si te enamoraras de mí?
¿Sería tan cruel como lo predijimos?
No hablamos de poesía,
hablamos de desnudez, de espejos,
que desnudarse es ser espejo,
que si deseas verte reflejado en mí,
que si estás dispuesto a esperar.
La conversación se fue tornando opaca y en tus ojos asimilé la respuesta:
Sí, estás dispuesto a esperar.
miércoles, 1 de agosto de 2012
5 Minutos
"Nada vale y tú eres la nada que vale mi todo..."
Ayer fue... no lo sé, quizá un sueño más. Me llamó inesperadamente y por primera vez en todo el tiempo que lo conozco no temblé, ni siquiera pensé en nada; no fue como otras veces en las que me sentía tan nerviosa que debía calmarme primero antes de regresar la llamada y poder hablar tranquilamente. Esta vez sólo tomé el teléfono, vi su nombre, reí y contesté.
La plática fue corta, trivial. Él quería verme; dijo que iría por mí. Cuando bajó del auto lo observé atentamente: ojos algo cansados y ese mirar tan distraído de costumbre. Extrañaba mucho su voz, escucharlo hablar de esa peculiar forma.
Llegamos a su casa, yo no la recordaba así. Tiene la misma manía que yo de andar a oscuras siempre, pero me tomó la mano y me dirigió a su habitación. Inclusive ese cuarto se veía distinto... ¿o será que ha pasado tanto tiempo ya? Y aunque parecía haber menos espacio y mi orientación (mi nula orientación) me indicaba que debía haber otra puerta escondida en el armario, el sabor del recuerdo permanecía inmune.
Noté detalles simples, algunas fotos; me sorprendió no sentir celos, ya no importaba, la confianza alguna vez robada se había vuelto a construir. A él ya no lo miraba como "algo" ni "alguien" que, además, me pertenece. Se sentó en su cama y yo lo hice también, el hombre no paraba de verme, sólo decía que me veía distinta. En efecto yo misma me siento diferente; me sentí diferente ahí, con él, entre la charla y los abrazos, esos que solamente él puede darme cubriéndome de una sensación que no sabría describir; entre las suaves caricias dadas.,.. caricias que naturalmente conducirían a un beso pero que por esta vez fue sólo el rose de dos labios. Somos dos cuerpos perdidos el uno sin el otro, dos almas tristes, confusas e incompletas.
Lo amo, lo sé. Él también se veía diferente, creo haberlo mencionado unos párrafos atrás. Siempre me ha gustado su cuerpo, pero a veces siento que casi soy capaz de atravesarlo como si tratase de un fantasma... y yo deseando tratase de un espejo. Entraría en detalle de cómo fueron sus caricias, pero temo que unos roses en la mejilla y el cabello me consuelan nada más a mí.
Cuando ya era tarde, nos fuimos. Antes me miró por última vez dándome una vuelta, despacio, sujetándome la mano y haciéndome girar sobre mi mismo eje. Era ya de noche. Hablábamos de amor, amor común y no del nuestro; hubo un"sin embargo" acogedor, que movió todo pero no cambió nada:
-Sin embargo... yo solo quiero estar con una mujer -me dijo. - una mujer que aún es una niña.
Yo seguía siendo una niña para él a pesar de haber sentido el tiempo caer sobre nosotros. El dijo que quería estar conmigo únicamente; le creí, le creí a esa vaga sombra de un amor sin futuro, ni presente.
-No te vayas... -le dije.
-Me tengo que ir.
- 5 minutos.
-¿Para qué..?
-Quiero... quiero verte. - Y comencé a acariciarlo, buscando reconocerlo, reencontrarlo. - Me parece tan extraño... pareces como un sueño, como una...
-Ilusión.
-Sí, exactamente, ¿nunca has percibido algo como una ilusión?
-No, y espero nunca hacerlo.
Entonces deslicé mi mano desde su frente hasta su oreja, dejándola caer acompañada de un suspiro mío, mientras tanto le decía:
-No lo hagas... es muy doloroso.
Y una lágrima tibia resbaló en mi rostro. No sé que dijimos después, para mí la historia acaba ahí conmigo huyendo del auto.
En algún momento del día acordamos vernos la mañana siguiente. Él no llamó. Una parte de mí sabía que no lo haría.
¿Así será entonces siempre? vienes y te vas, me amas y me olvidas, me necesitas pero me apartas. ¿Cuán contradictorio puedes ser?
Tu existencia cada día menos real y más de sueño me confunde, me lastima incluso un poco todavía. Necesitaría besarte y un beso, ¡Al menos uno!, me haría saber que eres, que fuiste... y que seguirás siendo a pesar de aparecerte en pesadillas, en mis insomnios, a pesar de mi vida o de mi muerte.
Ayer fue... no lo sé, quizá un sueño más. Me llamó inesperadamente y por primera vez en todo el tiempo que lo conozco no temblé, ni siquiera pensé en nada; no fue como otras veces en las que me sentía tan nerviosa que debía calmarme primero antes de regresar la llamada y poder hablar tranquilamente. Esta vez sólo tomé el teléfono, vi su nombre, reí y contesté.
La plática fue corta, trivial. Él quería verme; dijo que iría por mí. Cuando bajó del auto lo observé atentamente: ojos algo cansados y ese mirar tan distraído de costumbre. Extrañaba mucho su voz, escucharlo hablar de esa peculiar forma.
Llegamos a su casa, yo no la recordaba así. Tiene la misma manía que yo de andar a oscuras siempre, pero me tomó la mano y me dirigió a su habitación. Inclusive ese cuarto se veía distinto... ¿o será que ha pasado tanto tiempo ya? Y aunque parecía haber menos espacio y mi orientación (mi nula orientación) me indicaba que debía haber otra puerta escondida en el armario, el sabor del recuerdo permanecía inmune.
Noté detalles simples, algunas fotos; me sorprendió no sentir celos, ya no importaba, la confianza alguna vez robada se había vuelto a construir. A él ya no lo miraba como "algo" ni "alguien" que, además, me pertenece. Se sentó en su cama y yo lo hice también, el hombre no paraba de verme, sólo decía que me veía distinta. En efecto yo misma me siento diferente; me sentí diferente ahí, con él, entre la charla y los abrazos, esos que solamente él puede darme cubriéndome de una sensación que no sabría describir; entre las suaves caricias dadas.,.. caricias que naturalmente conducirían a un beso pero que por esta vez fue sólo el rose de dos labios. Somos dos cuerpos perdidos el uno sin el otro, dos almas tristes, confusas e incompletas.
Lo amo, lo sé. Él también se veía diferente, creo haberlo mencionado unos párrafos atrás. Siempre me ha gustado su cuerpo, pero a veces siento que casi soy capaz de atravesarlo como si tratase de un fantasma... y yo deseando tratase de un espejo. Entraría en detalle de cómo fueron sus caricias, pero temo que unos roses en la mejilla y el cabello me consuelan nada más a mí.
Cuando ya era tarde, nos fuimos. Antes me miró por última vez dándome una vuelta, despacio, sujetándome la mano y haciéndome girar sobre mi mismo eje. Era ya de noche. Hablábamos de amor, amor común y no del nuestro; hubo un"sin embargo" acogedor, que movió todo pero no cambió nada:
-Sin embargo... yo solo quiero estar con una mujer -me dijo. - una mujer que aún es una niña.
Yo seguía siendo una niña para él a pesar de haber sentido el tiempo caer sobre nosotros. El dijo que quería estar conmigo únicamente; le creí, le creí a esa vaga sombra de un amor sin futuro, ni presente.
-No te vayas... -le dije.
-Me tengo que ir.
- 5 minutos.
-¿Para qué..?
-Quiero... quiero verte. - Y comencé a acariciarlo, buscando reconocerlo, reencontrarlo. - Me parece tan extraño... pareces como un sueño, como una...
-Ilusión.
-Sí, exactamente, ¿nunca has percibido algo como una ilusión?
-No, y espero nunca hacerlo.
Entonces deslicé mi mano desde su frente hasta su oreja, dejándola caer acompañada de un suspiro mío, mientras tanto le decía:
-No lo hagas... es muy doloroso.
Y una lágrima tibia resbaló en mi rostro. No sé que dijimos después, para mí la historia acaba ahí conmigo huyendo del auto.
En algún momento del día acordamos vernos la mañana siguiente. Él no llamó. Una parte de mí sabía que no lo haría.
¿Así será entonces siempre? vienes y te vas, me amas y me olvidas, me necesitas pero me apartas. ¿Cuán contradictorio puedes ser?
Tu existencia cada día menos real y más de sueño me confunde, me lastima incluso un poco todavía. Necesitaría besarte y un beso, ¡Al menos uno!, me haría saber que eres, que fuiste... y que seguirás siendo a pesar de aparecerte en pesadillas, en mis insomnios, a pesar de mi vida o de mi muerte.
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