jueves, 28 de mayo de 2015

Cristal

En la sobriedad de un verano suntuoso, claro azul, fresco como las flores de algodón, salado e intensamente bello; Cristal te recordaba.

El paño en su piel la había dejado en la soledad de un cuarto en la casa de una señora mayor ya casi ciega, con el único atractivo de una ventana inmensa con vista al mar. El roce de la brisa son las únicas caricias que Cristal conoció, así como la de los rayos del sol la única gentileza. Cristal, con los huesos enfermos y el corazón cansado, te recordaba.

A ti, sueño enterrado en la arena, ido en un velero fantasma, abandonado en una botella. Cristal, con el armazón de piel bicolor, el cabello gris como el angosto cielo, y la casa desvencijada como su vida entera, sentóse a contemplar recuerdos, como ajenos, como perdidos, y cerrando los ojos decidió permanecer así, como la anciana del piso de abajo, sin muebles y sin visión, para al fin y al cabo sucumbir al mar desde su ventana.

Salvador Dalí


jueves, 21 de mayo de 2015

El Monóculo Social

El monóculo social es un aparato de control: produce y reproduce una ideología proveniente de la clase dominante y asumida por esta y por aquella a la que pertenezcas. La mayor parte de la información de contenido político y cultural lo atraviesa antes de llegar a "nuestros ojos, bocas o mentes"; son mediados y redirigidos mediante estrategias por este mismo.  

La importancia del ensayo a continuación recae en el siguiente planteamiento: ¿Cuál es el valor argumentativo que nos ofrecen los medios de comunicación y cuál es el control ideológico por parte de la clase política? Y aunque este se presentará por partes (ansiando ya la siguiente entrega), hoy comparto esta que es la primera, teniendo como principal base teórica a Althusser y que a mi parecer es un excelente y sustancioso inicio.   



Sobre el autor:

Seré y soy un soñador despierto, tratando de convertir esos sueños en realidad. Nulo de religión porque creo en la capacidad humana; el aliento subversivo va y viene en las letras  que contengo y espero que nadie me quite esa libertad, pues hago uso d elos fragmentos de libertad que me quedan en este pedazo de mundo que conocí al nacer, para libertar a nuestra mente. 

Egresado de la carrera en Ciencias Políticas, pretendo ser un buen académico libertario, luchar contra la costumbre del sector laboral capitalista y sostener siempre los principios libertarios para nuestra humanidad.

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El Monóculo Social

Por José Ángel Lima Zamora




Monoculo social

Para los mexicanos los medios de comunicación representan una influencia importante que se ve reflejada en nuestra opinión (1) y nuestra perspectiva sobre los hechos, independientemente de que los acontecimientos sean relevantes o no, aquello configura nuestra razón del tiempo y espacio con respecto a nuestro interés sobre lo transmitido en los medios de comunicación. Es ahí en dónde la mayor parte de información de contenido político y social atraviesa para llegar a nuestros ojos, bocas o mentes, aparte de todo el contenido cultural que en ellos fluctúa. Sin embargo la cuenta de nuestras perspectivas influye muy poco en lo que se transmite si no damos el valor y el peso real a los acontecimientos de lo que en verdad significan, y no me refiero al valor totalmente sentimental de lo que se nos transmite si no el valor argumentativo que esto representa frente a nuestra sociedad.
Vayamos al punto, no es nada fácil concertar un argumento que sin estar continuamente informado pueda contrastar de la información política o social recibida y menos cuando la única forma de obtener una percepción de los hechos es de una simple nota en la radio, en el televisor  y los periódicos impresos o digitales, pero esta información no pasa de ser considerada como verosímil ante los receptores, al estar constituida por una serie de elementos, legales, políticos o de mercado, por ejemplo: un espectro de radio es avalado por una secretaría del estado mexicano, o un canal de televisión que es consolidado por su firme identidad mexicana, por otro lado, un periódico digital es respaldado por la tolerancia democrática que ha  proliferado desde los últimos trece años y los periódicos impresos son respaldados por su integridad en pro de su carácter capitalista, por mencionar algunos aspectos, que entre sí pueden resultar tener las mismas características. Así en la vida diaria, nuestra visión de los hechos se encuadra a lo que se nos es transmitido vía medios de comunicación masiva, que conforman una especie de monóculo social, en el cual mientras la mayoría de las personas permanecen concentradas en sus trabajos o labores productivas, para su supervivencia, pueden “esclarecer” parcialmente el curso de los hechos políticos y sociales mediante este instrumento.
Esta visión monocular que tiene la sociedad mexicana sobre la política es generalizada hacia la mayoría de población, pues constituye fehacientemente un aparato ideológico del Estado (1). Es decir el conglomerado de medios que conforma el monóculo social, tiende a auto-reconocerse como panel único  de la información verdadera, ya sea desde su carácter capitalista, democrático o cultural. Pero acerquémonos superficialmente al contenido de cada uno de los elementos que conforman el monóculo social; en el caso de la radio la mayor parte del tiempo está dedicada a la transmisión de spots comerciales para el sector de clase media, aunque el contenido informativo es equivalente al de la televisión pero sin imágenes, la radio representa a los intereses económicos de los grupos radiofónicos existentes en el país y la información más allá de ser transmitida con fines políticos (salvo en tiempos electorales) es transmitida con un sesgo de veracidad, que puede recaer  en la polemización de elementos que no son claves en los problemas sociales o políticos, como en la exageración de las banalidades políticas y también sociales o dejar cabos sueltos entre las notas informativas tomando sólo las partes superfluas y espectaculares del suceso, etc. ya que se busca maximizar los niveles de audiencia en los programas tanto de opinión como de información. Por otro lado la televisión mexicana es un medio que precede a la radio, pues puede marcar tendencias de consumo que se  extienden a la radio, como el seguimiento de los programas de los líderes de opinión, continuando con la ampliación de la fama de los personajes y siguiendo la misma lógica económica.

   consume obedece

A pesar de que la televisión mexicana puede significar de tanto en tanto un escape democrático no institucional, como el caso de las elecciones presidenciales del 2000 en donde por primera vez se presentaron los candidatos a un talk show llamado “Otro Rollo” que rompía con las formalidades que solemnemente consentían los vestigios del presidencialismo mexicano; esto no exime de su carácter de control ideológico, pues la televisión de México está representada por dos cadenas que alientan a la desinformación tanto política como social  y que son parte de un negocio entre élites empresariales y gobernantes que instituyen a estas cadenas como el verdadero ministerio de la cultura mexicana, un gran ejemplo del alcance de sus artimañas televisivas es un documento revelado por el periódico “The Guardian” en el cual a pesar de los actos represivos del entonces gobernador del Estado de México, la cadena de televisión “Televisa” agrega las cantidades cobradas por elevar su perfil para su próxima candidatura presidencial a escala nacional, estrategias de medios diseñadas para entorpecer la candidatura del candidato de oposición más fuerte, sin mencionar sus atrocidades. Y así con más administraciones, pues también mostró algunos pagos que la administración panista (Vicente Fox) ocultó de los gastos públicos enormes en promoción publicitaria (2). En este aspecto el contenido cultural que define a la televisión mexicana está prescrito por contratos subalternos con la clase política. Finalmente este tipo de contratos emergen desde los intereses de control ideológico, por parte de la clase política , con programas que desprestigian o elevan la imagen de candidatos, figuras importantes en la estructura de gobierno, de movimientos sociales y se encargan de imponer severamente estereotipos de diferentes clases, así podríamos seguir con la lista de estrategias de control ideológico.
Por la parte de los periódicos, tanto impresos como digitales, si somos objetivos podemos percibir un sesgo de información por falta de estructura eficaz en la empresa, frecuente en los diarios digitales, o por cooptación de los partidos políticos o los titulares de los órganos de gobierno, en tanto trabajan a su favor, dan información parcial sobre este otro aparato (considerando que también los partidos políticos son aparatos ideológicos del Estado) esto en los dos tipos de diarios. De hecho en la web, independientemente de que el contenido sea categórico y escogido en la medida que uno elige a que dirección ir, las redes sociales han hecho una escala de la realidad social, y es que se ha dado un fenómeno en el que el aparato ideológico político se reproduce e impone sus condiciones de reproducción en la realidad, mediante la influencia virtual, haciendo uso de los aparatos ideológicos de información, en pocas palabras ingeniárselas para batallar con la ideología de oposición sin dejar tanto rastro de su control en un mundo virtual, pero no por esto menos susceptible de materializar ideas; como el caso de partidos que contratan a personal que elabore cuentas con perfiles falsos, estas cuentas coordinadas para debatir en la red con su propia retórica ideológica los argumentos de oposición que también expanden su influencia entre los usuarios de Internet (3).
Pero volvamos a la realidad, en sociedad ser objetivo con respecto a tanta información recibida es tedioso si no se profesionaliza y solamente recibimos información de controlada, que fragua nuestra opinión acerca de los acontecimientos derivados de cualquier hecho social o político. El monóculo social, entonces mantiene su carácter de aparato de control del estado en cada uno de sus elementos por el hecho de producir y reproducir una ideología que asume la propia ideología dominante. En el siguiente ensayo que se publique en este blog. Explicaré en base a qué ideología funciona este aparato de control ideológico del Estado y por qué se nos hace tan fácil seguir su lógica.

Fuentes y Bibliografía:
  1. Althusser, Louis. “Ideología y aparatos ideologícos del Estado” en La filosofía como arma de la revolución, México, Ed. Siglo XXI 1989.

  1. http://www.theguardian.com/world/2012/jun/08/mexico-televisa-cobertura-politicos

  1. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/03/150317_mexico_internet_poder_penabot_an

*Puedes encontrar la publicación original en: El Monóculo Social


jueves, 14 de mayo de 2015

Alejandro

Desde el primer día en que te conocí supe que iba a quererte. Te deseé ver retorciéndote cual gusano y poniéndote de rodillas tras yo decir "siéntate, perro". Te sonreí y te hice la plática. Creo que te gusté, me mirabas mucho y yo no podía sostener mis ojos en los tuyos; imaginaba cosas. Sabía que conmigo descubrirías que eres multiorgásmico y que a la larga ya no podrías zafarte de mi mente; tendrías ahí, presente en la sopa, en el tendedero con ropa seca, en el mosquito tortuoso del verano y la levadura del pan, a mí, con los labios rojos y húmedos de deseo, y esa expresión que vas a alucinar en tus amantes por el resto de tu vida. Serías mío y nada más que mío por el tiempo que yo quisiera y para lo que yo quisiera hacerte.   

Te soñé todas las noches durante dos meses enteros. Fuimos un amor libre en hamacas bajo atardeceres, nadamos desnudos en una cascada; fuimos un tibio beso en el sillón de mi sala y después risas en la cocina; fuimos una caminata nocturna por calles desoladas y con gruesas gotas cayendo del cielo; un débil día soleado de otoño con las hojas amarillas debajo de nuestros pies; un par de locos hablando de otras dimensiones rozando la yema de nuestros dedos como queriendo traspasarnos al igual que en cientos de ocasiones traspasamos las paredes. No tenía ni una mísera ilusión contigo pero yacían emanantes y vaporosas todas estas hermosas aventuras.

Sin tú hacer nada, ni pretender nada, ni planear nada o poner el más mínimo esfuerzo; me enamoré de ti. Tras dos meses había perecido, yacía derrotada en mi sofá; ni cerrando los ojos estaba cuerda. Estaba, estoy, jodidamente enamorada. Recalco, no locamente enamorada porque el amor a mí no me enloquece, me jode por completo. Y ya te quiero, te quiero tanto y de tantas formas y para tantas cosas. Coño, en la oscuridad de mis impulsos te me apeteces de esclavo, te uso para mi placer sin que ni siquiera te des cuenta, estimulándome con tu charla inteligente preámbulo a la cama, mi cama, donde yo mando, tú obedeces. Veo tus manos e imagino la calidez de tu sangre y nunca había visto ojos como los tuyos, tan llenos de fuego, todo tú eres fuego. Y yo tan agua, soy una gotera audible en el silencio y la soledad de la noche; pero si te veo, ¡Oh!, tan sólo con verte dentro mío ya hay una tormenta.

Reprimí mis impulsos y mis ideas en cada ocasión que coincidimos, el escalofrío belicoso tan propio de mí ya me iba comiendo los sesos, el corazón y cada uno de los órganos. Eres buena persona, Alejandro, pero sucede que en el fondo yo no lo soy, siempre he sido cruel, y si no tuviera sentimientos por ti ya lo hubieras constatado. Ruego, de verdad, por que cuando lo descubras no te alejes. Mejor no lo descubras, Alejandro, y quédate conmigo. A pesar de mis enormes ansias por poseerte, me aferré a aquel sueño del amor libre, la cascada y los atardeceres. Y me prometí a mí misma que no haría absolutamente nada para llamar tu atención, que tejería la telaraña y ya tu te acercarías por voluntad propia. 

Y así pasé dos meses más, alimentándome de tus migajas, llorando de frustración y trazando doscientos cincuenta planes para hechizarte, manipularte y que fueras tú al que se le salieran las lágrimas sin tu previo consentimiento. Esta lucha sobre herirte o no herirte me estaba matando, mi cabeza me estaba haciendo trizas porque mi naturaleza me exige pensar sobre cada detalle en todo momento y medir cada uno de tus gestos y expresiones corporales, calcular la medida exacta de lo que te gusta y lo que no e irme maquillando con ello como lo haría cualquier lobo sobre la estepa. Sin embargo, todo quedó allí en el retazo de mi mente, y seguí esperando con total cautela a que te enamoraras de mí, mostrándome cómo soy. Me estabas matando, Alejandro, y con lo mucho que me gusta la muerte, necesitaba que los hicieras despacio, lentamente, beso a beso. Y así fue como nos besamos la primera vez, como dos niños recogiendo flores en un campo abierto. Encendiste una luz en mí que no sabía que existiera; eres fuego.

Fue entonces cuando empecé a amar cosas que no sabía que era capaz de amar, y recitaba todo el tiempo como si fuera de mi autoría, como si estuviera atorado en mi esófago junto a las despiadadas y asesinas mariposas, como si no lo hubiera leído antes en algún lugar y me hubiera sabido en otro momento asquerosamente dulce, estos versos:

"Amo las cosas que se pueden entrelazar,

tus manos,
tus cabellos,
tus dedos,
tus piernas,
tu lengua,
tu vida, la mía..."

Descubriste cómo me gusta besar, con desesperación. Y de verdad creí que iba a ser posible, que esa pequeña vela encendida desde tu llegada me iba a inundar con una sensación tranquila, como feliz, nunca antes me había sentido feliz, pensé que era un invento de la literatura intrascendente o la mala filosofía, pero ahí estaba, esa aura suave alrededor de mi cuerpo cada fin de semana en el que te tenía. Tener, aborrecí la idea de tenerte, quería vivirte, así, libre, salvaje, lleno de ti, sin privaciones ni límites. Pero el ser humano no está hecho para la libertad.


Cuando una persona no sabe a que atenerse, teme; la supervivencia nos ha hecho requerir algo de que sujetarnos, de lo contrario el pánico entra en acción. Somos criaturas débiles. Y tú, miserable, nunca diste ni un carajo por mí. Mi telaraña se quedó ahí, medio descocida, desgastada por el olvido, se contaminó nuestra cascada y el cielo al atardecer y mi sueño puro se trastornó en el más doloroso de los insomnios. La oscuridad regresó y con ella la ansiedad, las imágenes de ti suplicante ante mi puerta. Perdóname, Alejandro, pero yo enfermo, muero y mato por amor.  Perdóname por lo que estoy a punto de hacerte porque anhelo con toda la fuerza de mi alma deshacerte. Es tu culpa, Alejandro, lastimarme es como abrir las puertas del infierno. 


De antemano siento decirte que vas a sufrir mucho, no por ahora porque yo no lo quiero, pero en tu cuello ya va la soga que me pertenece, una correa y un dije con tu nombre; con el tiempo va a gustarte que te trate como animal. Esa parte de mí, sombría y grotesca, me ataca con susurros, sensaciones punzo cortantes en mi esqueleto, quiero aventármele a tu yugular, fornicar contigo ruidosamente; sin embargo te sonrío espontánea y coqueta, para  darte después un muy largo beso en la boca, en mis ojos no hay pizca de ternura, ¿por qué tenías que recordarme, Alejandro, que dentro mío no cabe la luz?


Voy a dártelo todo, absolutamente todo lo que me pidas,  me tienes a tu disposición. Pero un día, sin decirte nada y sin previo aviso te lo arrebataré. Soy un monstruo, Alejandro, pero sé querer, a ti te quiero, te quiero arrastrándote detrás mío y yo no volveré hacia atrás y tú me seguirás soñando en tus desvaríos y contemplándome en la oscuridad de tu cuarto, en el humo de tu cigarrillo, en el agua de tu ducha, la sal de tus alimentos, la sequía de tu garganta, la zozobra de tus amaneceres. Perdóname por lo que voy a hacerte, mis intenciones no eran que termináramos así, muriendo juntos, pero tu indiferencia es insoportable y se me fueron acabando las armas para luchar contra mi ansiedad, tu poco cariño no pudo contrarrestar el odio con el que vine al mundo, las ganas de verlo todo caer frente a mis ojos y la enorme ambición de poder, poder para destruir, poder para hacer lo que me dé la gana. 

    
Perdóname, pero esta es la única forma en la que sé querer. No conozco más, no me enseñaste más, no hay nada mío que no se haya podrido aún. Me duele verte así, sonriéndome, ignorante del daño que me ocasionas, no sabes nada del veneno bajo mi piel, sigues aquí, abrazándome fuertemente, besándome las clavículas, sin la más pequeña intuición de que seré la espina que atormentará de por vida a tu pensamiento. Ay, Alejandro, si tan sólo me hubieras dicho lo que más quería escuchar, nada de esto pasaría. Perdóname, sé que no lo haces adrede, eres una buena persona, pero en el fondo, yo no lo soy.     


martes, 5 de mayo de 2015

Sobre los Pretenciosos en Facebook

En efecto, Facebook es un arma de doble filo, depende de cómo lo utilice el usuario; sin embargo, lo verdaderamente preocupante es qué tan consciente es el usuario de para qué utiliza esta red social y como influye en su persona, su contexto y sus relaciones. 

Esta crítica a Facebook propone que el Yo de las redes sociales es fragmentario, no es un ente completo ni macizo; pero mediante la observación puede rescatarse al Yo que hay detrás de la pantalla, porque las actitudes y hábitos que tenemos en nuestra vida virtual dicen mucho de nuestra vida verdadera, y sí, son dos mundos diferentes la mayoría de las ocasiones aunque te sea difícil creerlo. En fin, en los siguientes dos puntos se abarca la 'actitud de competencia' y la 'frustración' como puntos de partida para analizar al Yo de las redes sociales. 

Competencia

“Ahora vivimos, es decir, actuamos, precisamente en desacuerdo de como pensamos y sentimos.” (Castilla del Pino, Carlos 61) El yo está fragmentado y sus pedazos se esparcen no en cada publicación de su perfil de Facebook, sino en las razones debajo de cada una de estas. Uno es el yo de la vida real y otro es el yo de las redes sociales y en el presente apartado se demuestra que tales diferencias se deben a las motivaciones existentes en ambos mundos.

“La vida, que es ante todo lo que podemos ser, vida posible, es también, y por lo mismo, decidir entre posibilidades lo que en efecto vamos a ser.” (Castilla del Pino, Carlos 65) Ese es justamente el atractivo de Facebook, él te permite decidir quién o qué quieres ser y te regala todas las herramientas para lograrlo, espacios en blanco para irlos llenando con tu nueva identidad, puedes inventarte que has leído 220 libros y que tus películas favoritas son de cine independiente francés, o que en su caso, eres un verdadero conocedor del fútbol y los deportes, o que amas los gatos, o qué sé yo. Tu perfil se vuelve tu carta de presentación y vas dedicándole más y más tiempo para poder impresionar a los demás. Facebook es el espacio número uno en cuanto a cantidad de pretenciosos.

Tal pretensión y desperdicio de tiempo en la actualización de tu perfil, (además del interés por el chisme, claro está) se debe a la enorme competencia que existe en ese medio, en la cual el objeto que se desea alcanzar es la atención. Así de simple e intangible es el sueño de todos. La atención se manifiesta como likes en las fotos de perfil o de la fiesta del viernes, en comentarios en el muro y las publicaciones, en el incesante tintineo durante el día que te condiciona; estímulo: ese sonidito molesto, respuesta: emoción, tengo una notificación nueva.

Todos anhelamos ser vistos, reconocidos; de nada importa lo que hagas en la vida real, si no lo compartes en las redes sociales es como si nunca hubiera pasado; es el nuevo “ser es ser percibido” de Berkeley, puesto que “ser, es ser compartido en tu perfil” ah, y debe tener likes, porque de forma contraria, no tiene caso la vida. 
Y esta competencia es tan grande y exige tanto porque muchos de los usuarios que usan Facebook, desean lo mismo, la atención no es algo valioso para uno solo. Por supuesto que adquirir el objeto deseado es una buena inversión, tanto directa como indirecta porque es posible intercambiarla por bastantes cosas: dinero, fama, reputación, reconocimiento, autoestima, status (falso status).

  “La posesión de un objeto valioso para la comunidad, me depara la elevación de status, mientras que la inobtención de ese logro deja al otro o en el mismo o en el inferior incluso.” (Castilla del Pino, Carlos 43)Lo cual significa que este mecanismo de poseedor y no poseedor, generará por ende, un frustrado. “A partir de ese momento el poseedor se moverá de acuerdo a sus necesidades ya satisfechas y la aspiración de otras por satisfacer, mientras que el frustrado queda todavía en un estado retrogradado respecto de aquél." (Castilla del Pino, Carlos 42)

Por lo tanto, se puede rescatar al otro desde su actitud como competidor. En Facebook es perene el concurso de qué vida es la más entretenida entre tantas y para reconocer a un competidor empedernido sólo hace falta prestar atención a la cantidad de tiempo y material (especialmente fotográfico) que le destina al día. 


Frustración

“La frustración es adolecer un fracaso. “(Castilla del Pino, Carlos 69)Se fracasa cuando no se obtienen los elementos mencionados en el punto anterior, por ende, se frustra. Por el otro lado, el poseedor se halla en una nueva posición de éxito. “Un éxito puede tener tales ingredientes gratificadores para la persona que la enajene aún más y le ofrezca múltiples posibilidades de eludir la conciencia de su propia situación.” (Castilla del Pino, Carlos 69)El mundo virtual del poseedor ha sobrepasado su mundo real, esto es más evidente en redes sociales como Instagram, vine o twitter; sin embargo, el resultado es el mismo, una enajenación, alienación producida por la frustración existente en sus verdaderas vidas. Los exitosos también son frustrados y evaden su frustración, no con alcohol ni con estupefacientes; con Facebook, la nueva droga. 

“La frustración es resultado de la alienación” (Castilla del Pino, Carlos 34)Se vuelve en un inevitable e irrompible círculo vicioso: estoy frustrado por el fracaso que vivo en mi realidad, busco el reconocimiento en una red social, obtengo éxito, me alieno, me torno conformista con mi vida puesto que me consuelan mis éxitos ficticios de lenguaje binario. O, en su caso,…busco el reconocimiento en una red social, no lo obtengo, me frustro al no ser poseedor de atención, me torno neurótico, me alieno. Porque, a fin de cuentas, “Es el significado de la realidad, más que la realidad misma, lo que importa para el hombre como persona.” (Castilla del Pino, Carlos 43) Y Facebook es puramente simbólico, nos movemos dentro como mercancía, pero el espacio en sí funciona como un remplazo a la toxicomanía y al suicidio. Las redes sociales pueden fungir como un lugar de escape ante la frustración y como raíz de la frustración misma.

Hablemos en esta ocasión del ganador, el que ha obtenido toda la atención que anhelaba. “Tras este éxito hay una falsificación de la propia vida y la suplantación de ella por una vida prestada, una vida que no es la que consideramos nuestra.” (Castilla del Pino, Carlos 70) E incluso tras dicha suplantación, a veces “El éxito adquirido no es suficiente, porque no es el proyecto propio.”(Castilla del Pino, Carlos 70) ¿Tu perfil es una proyección de quién eres, una exageración de ti mismo o es lo que la comunidad facebookera te ha solicitado que seas? Las redes sociales provocan frustración porque el personaje que estás interpretando es inalcanzable en la realidad cotidiana, es un espejismo virtual; el grave error radica en que para que un proyecto no frustre, este siempre debe ser realizable. Aquellas galerías de imágenes y estados dotados del grado exacto de actitud y humor, no son otra cosa que una selección arbitrada de la realidad de la persona, todavía adornada con filtros y con poses falsa ante la presencia de cualquier inminente flash.

Cada exuberancia y álbum nuevo que atisbes, puede ser una proyección del nivel de frustración y fracaso de la persona en cuestión. Reitero, depende del tiempo y atención que se le dedique. La ecuación es simple, las horas destinadas a la actualización de tu perfil de Facebook son directamente proporcionales a tu nivel de frustración en tu vida real.



Referencias:

Castilla del Pino, Carlos. Dialéctica de la persona dialéctica de la situación. Quinta edición. Barcelona: Península, 1978. Print.
---. La Incomunicación. Octava edición. Barcelona: Península, 1977. Print.