jueves, 19 de diciembre de 2013

La Chica del Antifaz

A la mesa de mantel blanco le sobraban nueve sillas vacías, tres platos de pastel, un par de zapatillas rosas y un arreglo floral con margaritas; la décima silla estaba ocupada por una chica con un antifaz.


A la mesa de mantel crema le sobraban nueve sillas vacías, una botella de vino a la mitad, unos anteojos olvidados y dos abrigos; la décima silla estaba ocupada por un chico de ojos color miel.

Ella le sonrió. Él, intentó sonreír, alejando nerviosamente su vista de la mesa de mantel blanco.

Fue en los jardines de la primavera, decorados con luces y telas volátiles, en los que dos jóvenes aburridos cruzaron sus ojos sin saber luego qué hacer. Mientras que el resto se entretenía en una pista de baile con actores, músicos, cornetas de plástico y guitarras inflables, botando en las mesas lo que les sobrara. Nadie, nunca, fue testigo de la noche de esa clase de amor que no se repite; cuando una chica de cabello castaño, con vestido y un antifaz verde brillante se cruza de brazos, para que el chico de cabello más claro, con camisa y grandes ojos miel se le acerque.

-Hola. -dijo él- creo haberte visto antes...


Pero la música estaba demasiado alta y ella no le escuchó bien, viró un poco la cabeza a la izquierda, confundida; acertadamente él se acercó a su oído y le dijo "ven", tomó su mano y sin resistencia caminó ella a su lado hacia las luces lejanas de los altos pinos y los rosales rosas, dejando atrás al bullicio y a las cornetas de hule. Se detuvo él de pronto, le soltó la mano, para pronunciar provocativamente y clavando la miel de sus ojos en toda ella, esto:


-Te ves hermosa con ese antifaz.


-Gracias, no pienso quitármelo. -Caminó entonces con los brazos aligerados; él la seguía riendo, burlándose de su fanfarronería.


-¿Qué?, ¿Acaso eres actriz?


-Quizá lo sea... a menos por hoy.


-A ver, recítame algo. 


Se paró en seco, con una mirada ardiente posó una mano en su cintura y la otra en el pecho frío de él. Le dijo quién sabe qué cosa y luego fingió un desmayo.


-No eres actriz, eres dramática.


-¿Ah sí, y tú qué eres, cantante?


-¡Adivinaste!


-No te creo nada, si no fuera porque estoy aburrida me regresaría de inmediato a la fiesta.


-¿Con esa gente que no conoces?


-A ti tampoco te conozco. -Ella ya empezaba a enojarse.


-Pero yo te puedo cantar. 


Ya habían dejado muy lejos a las mujeres con vestidos neón, los hombres con sombreros a cuadros, los músicos con chalecos de lentejuelas. Habían llegado a un rincón del jardín alumbrado por un largo farol y un árbol con linternas colgantes, bajo ellos yacían un columpio de madera tejido con lianas y un sillón azul rey. Evidentemente él se aventó al sillón y ella se empezó a mecer juguetonamente.


-¿Dónde dices qué me habías visto antes? -dijo la chica del antifaz, mientras tomaba vuelo.


-Pensé que no me habías escuchado.


-Sí te escuché, pero quería una escusa para que me sacaras de ahí... a ver, cantante, lúcete.


Se echó para atrás estirando las piernas y empezó a cantar, alto y armoniosamente, una canción que ella jamás había escuchado, que la hizo detener el columpio, virando su cabeza nuevamente a la izquierda, confundida. Nadie, nunca, en toda su vida le había cantando y menos así, rodeada por el rocío en el césped e iluminada por un árbol mágico, junto a un chico de ojos claros, cabello corto y hermosa voz.


Se quedó pasmada por un segundo cuando él acabó de cantar.


-No eres cantante, eres un ridículo.


-Gracias. También soy dibujante.


-No te creo.


-Me creerás si me das papel y una pluma.


-¡Toma! -De su bolsa de mano sacó una servilleta arrugada y un bolígrafo.


-Date vuelta, déjame recargarme en tu espalda. -Y dibujó medio haciéndole cosquillas, medio causándole dolor cuando apretaba el bolígrafo demasiado fuerte.


-¡Terminado!, mira.


-¿Qué es esto? -preguntó ella, mofándose.


-Eres tú.


-Qué mentiroso, esto es un tonto paisaje. -Y ciertamente lo era, había dibujado unas montañas, un río y un sol saliente con trazos rápidos.


-Tú eres como un paisaje, niña, como un amanecer... ¿Tienes novio?


-No, son una pérdida de tiempo. ¿Podrías dejar de cambiarme de tema y decirme dónde dices que me habías visto antes?


-Ya te lo dije, eres como un amanecer.


-Vas a hacerme enojar... ya dime que es tarde y a puesto a que mis papás pueden venirme a buscar o algo peor. -Se cruzó de nuevo de brazos y él soltó una carcajada enorme.


-Ven, -le dijo a la chica- te llevo de regreso.


Caminaron sin decir una sola palabra sobre el césped frío, ella estaba enfurecida y él no paraba de reír. De pronto empezaron a oírse las voces mezcladas con melodías retumbantes, los vestidos neón relucían en la oscuridad mientras que las tenues luces de la anterior serenata ya se habían perdido de vista. En una mesa de mantel blanco atisbábase una silla vacía y a sus extremos, dos papás preocupados.


-Adiós. -Dijo la chica del antifaz, desdoblando los brazos por fin.


-Espera... 


-¿Qué quieres?


-Quisiera conservar tu antifaz, por favor.


-No, adiós.


-¡Espera!, quiero un recuerdo de ti.


Lo pensó un segundo y de inmediato lo miró maliciosamente; él ya sabía lo que le iba a decir. 


-Te doy mi antifaz si tú me dices en dónde crees haberme visto antes.


-Esta bien; -y soltó un largo suspiro que hasta le suavizó los hombros.- inventé eso de haberte visto antes, sólo quería una escusa para sacarte de ahí. Quién iba a decir que tu curiosidad iba a ser tan adorable.


Sus ojos se abrieron muchísimo, expectantes de algo, de cualquier cosa que pudiera provenir de esos ojos miel... o de esos labios. Se fue quitando el antifaz delicadamente, hasta con la respiración pausada, su mirada seguía clavada en él. Finalmente extendió su mano con ese antifaz verde brillante, más brillante que cualquier luz del jardín.


-Te ves aún más hermosa sin tu antifaz...


Ella enmudeció, se sonrojó y se puso tiesa.


...Y no me has dicho cómo te llamas; ¡Pero no me digas! - tras casi dar un brinco esculcó en su bolsa de mano sin permiso para sacar una pluma. La tomó del brazo y le garabateó su nombre y un número de teléfono. -Mañana, que sea de día, puedes decirme cómo te llamas, porque algo me dice que si yo te llamara no te atreverías a contestar. 


Una mano se deslizó por su cabello castaño al mismo tiempo que una fina voz de mujer le decía "ya vámonos, te espero en el coche". Sus papás se alejaron abrazados sin  que ella pudiera articular aún palabra. Un beso pequeño le tocó la mejilla, seguido de un "adiós" en el oído. Él le sonrió vivamente y se alejó sin volver a voltear. Ella tuvo que reaccionar rápido, correr un poco y subirse al coche. Se fue en silencio todo el camino.


Cuando llegó a su casa ya eran quizá las 3:00am. Un papelito salió volando cuando vació su bolsa, era un dibujo mal hecho de dos montañas, un río y un sol. No pudo evitar sonreír bobamente al verlo, lo colocó en su buró junto a su teléfono celular. Se estaba muriendo de sueño, y con cada abrir y cerrar de sus cansados párpados ella pensaba en su chico de ojos miel y en que mañana cuando fuera de día escribiría al número rayoneado en su brazo: "Hola, soy la chica del antifaz, creo haberte visto antes."   


domingo, 15 de diciembre de 2013

En un Mundo

Vivimos en un mundo donde la guerra se transmite en televisión, pero el sexo se censura en el cine. Vivimos en un mundo donde la gente se refugia de la lluvia, pero se expone al humo de un cigarrillo. Vivimos en un mundo acostumbrado al asesinato y desconfiado de la generosidad, en uno voluntariamente ciego y esclavo, donde las vendas se encarnaron a la piel y las cadenas se forjaron en binario. 

En un mundo donde leer libros mediocres se hizo moda y la filosofía subió de precio, donde se perdió la verdad entre las trivialidades de la red y se hizo fácil creernos cualquier cosa. En el cual se empezó a medir la belleza y la calidad de una persona por el número de likes en su muro, se terminó por considerar un logro como el fin de la vida, en vez de a la vida como un fin en sí mismo. 


Uno, donde está mal visto soñar y bien visto seguir dormido, donde si no se es puta se es aburrida y si no se es macho se es maricón. Uno, en el que la ignorancia acarrea felicidad y el conocimiento desdicha, en el que la educación es un privilegio desaprovechado, la pobreza una maldición hereditaria y el amor un riesgo para la salud mental.


Uno, en el cual todos creen en la pobreza de Cristo, pero nadie en la pobreza de la Iglesia. En el cual se prohíben las caricias en público, pero la violencia es estrategia publicitaria. En el cual el policía se hizo ladrón, el ladrón necesitado y necesitados, todos. Uno, donde está mal visto el placer, bien visto el temor, donde se le aplaude al embustero y se le rechaza al inteligente. 


Vivimos en un mundo cuyas mujeres se privan de orgasmos, cuyos hombres se privan de llorar, cuyos humanos se privan de sentir. En un mundo extremista donde todo va de la obesidad a la anorexia, donde todo debe poseer nombre y valor para que exista, donde se olvidó el cuestionamiento para ir abriéndose paso la manipulación. En un mundo construido de copias y remakes, donde la originalidad es castigada o demasiado costosa.


Vivimos en un mundo que hace mucho gira en reversa, en un mundo de espejo y yo, estoy reflejada en él.




domingo, 1 de diciembre de 2013

Un Pedazo de la Época Medieval en "El Nombre de la Rosa"


Un Pedazo de la Época Medieval en "El Nombre de la Rosa"


(Un repaso de aquello que la película "El Nombre de la Rosa"(1986) nos muestra sobre el medievo)



Lo más triste de todo es que se quemó la biblioteca, que la culpable de las muertes no fue un hombre, fue la risa, porque esta era pecado, porque incidía en el caos, porque la risa ahuyentaba el temor y sin temor no cabía la fe. Lo más triste de todo es hay quienes todavía le temen.    

Los franciscanos son pertenecientes al clero regular, que a diferencia del secular, se caracterizan por un “raciocinio superior”. Con “raciocinio superior” me refiero a no atribuir cada acontecimiento a la obra de Dios o del demonio, sino buscarle una causa lógica, utilizar la inteligencia y la observación como recursos de investigación y método para hallar soluciones. En cambio el clero secular tiene la tendencia a alarmarse por todo, posee un miedo tan denso como el ambiente medieval metido hasta el tuétano, manteniéndolo en un estado de sugestión e incongruencia.  

A pesar de que ambos cleros poseen líderes espirituales, uno es repudiado por el papa mientras el otro tiene su consentimiento. Pues los franciscanos promueven la búsqueda del conocimiento y la vida sin riqueza; los seculares aprecian sólo la conservación del conocimiento en bibliotecas y aluden a los tesoros. El clero regular cree y sostiene la pobreza de Cristo, pero el secular no cree en la pobreza de la iglesia.

Es fácil reconocer a un franciscano. Vivían humildemente  -por no decir pobremente- poseían la chispa de la duda y la curiosidad; aunque no eran completamente inmunes al miedo, al menos se esforzaban por defender lo justo a través de la acción y la palabra. Se preocupaban no sólo por la carencia de bienes materiales en las personas, sino también por la de bienes espirituales. Un monje secular, por otro lado,  no debía hablar ni reír porque esto último sólo los tontos lo hacen y con respecto a la palidez en sus cuerpos, asumo que tampoco debían salir de su abadía.  

En la época medieval puede observarse una diferencia abismal entre la clase alta (o la Iglesia) y el pueblo. La mendicidad se usa provechosamente y el estado insalubre se atisba en las calles. Empero sobresalen destellos de luz y de auténtico desarrollo, como los instrumentos de medición y los anteojos, así como algunas técnicas de medicina. En cambio persiste esa idea de atribuirle la vida y la muerte al demonio, lo bueno y lo malo, junto a ese dejo de crueldad letal sin más propósito que esparcir terror, porque terror es igual a control y obediencia, a debilidad, fe y credulidad absoluta.

El papel de la mujer en el medievo se entiende a la perfección. “La mujer es más amarga que la muerte” dijeron, entre otras referencias, como cuando el representante de los franciscanos (un poco hundido en la locura) remata la causa de los asesinatos, objetando que el joven muerto poseía algo femenino en la mirada, por ende algo diabólico; el deseo de copular con seres demoníacos. Se le atribuye a la mujer el papel de bruja, se le acusa de tentar a los hombres buenos y ser el motivo de sus actos impuros. La mujer es la tentación, la debilidad del hombre, lo maligno en carne y hueso, lo inferior y lo indigno.

La mujer es perversa por naturaleza, pero la virgen María parece ser la excepción; el ejemplo del milagro en el cual un ser tan malvado como una fémina tornóse buena mediante la santidad. Por ello a María se le pide, porque se sabe que es milagrosa, capaz de conceder hasta lo imposible.

En un principio me pregunté cómo una persona podía ser tan estúpida como para tragarse tales absurdeces, pero recapacité en que no puede culparse al pueblo de no entender algo que jamás se le ha explicado correctamente y que además carece de las herramientas para entenderlo. Culpo ahora a los supuestos guías espirituales, porque por supuesto que ni ellos mismos se creían el cuento. “Los libros contienen una sabiduría diferente a la nuestra e ideas que podrían alentarnos a dudar de lo infalible de la palabra divina” la boca del padre franciscano rebosaba de verdad; la duda es enemiga de la fe.

Finalmente quiero hablar de la inquisición, con rencor y asco, porque son la evidencia de que el poder pudre al hombre que primeramente buscó ser una muleta para la gente. La inquisición (y no creo equivocarme) debió ser una de las mayores atrocidades en la Historia de la humanidad; eso de torturar en nombre de la voluntad de  Dios carece de sentido, el respeto y amor se confunde con el temor hacia un Dios vengativo y sediento, y lo que más me aflige es que después de haberse convertido la Santa Inquisición en un ícono medieval se trasladó al presente como un principio de que Dios desea nuestro sufrimiento.

Los colores del medievo son rojos y grises, cafés, sin sol. “El nombre de la rosa” permite a la perfección el disfrute de esos colores, aunque haya sido un pequeño pedazo. Y nos cuenta una historia que invita al análisis sobre la fuerza, el poder, la debilidad, la pobreza, el conocimiento y la rebeldía. Es, sin duda, una obra de arte.

viernes, 29 de noviembre de 2013

White Lies

Título: Ritual-White Lies

domingo, 24 de noviembre de 2013

sábado, 23 de noviembre de 2013

P.D Te Odio

De pronto, de la nada, en un día de sol engorroso, apareciste tú con un "hola". No cualquier hola ¡maldita sea!; fue uno de esos con signos de admiración y alegría falsa, de esos que me dejan helada por el resto del día; entre confusión, entre ira, olvidando la existencia de algo más en el mundo. Te odio.

Todo el día pensé sin pensar en nada, viendo el mensaje palpitando en el monitor; posiblemente con tu sonrisa escondida en el fondo, esa sonrisa mala con la intención de herirme, y con tu indiferencia escrita en el punto final. Esto era de esperarse, sabía que iba a dolerme... pero no sé en qué momento empezó a hacerlo. Hubiera preferido cien mil veces que te quedaras, en vez de quedarse la inspiración; me matas porque te dejo matarme, ¡me odio al dejarte hacerlo!, te odio porque ignoras que lo haces.


Sigo sentada en el sofá, muriendo bajo la lluvia, escuchando Apocalyptica con escalofríos intensos; lamentándome la ironía del amor, llorando porque no sé hacer otra cosa, porque no me dejas muchas opciones mas que llanto y un cigarrillo. De pronto se me quitaron las ganas de dormir; la luz del taburete es mi luna y tú eres mi insomnio, hecho de quién sabe qué, capaz de sumergirme en un miedo tan denso como la lluvia misma.


Contigo, sin ti, ¡no importa! a cada rato haces arder mi corazón; tú y yo tenemos algo en común por si no lo has notado, a ambos nos encanta hacerme sufrir. Ya no sé qué hacer contigo; eres mi dolor de cabeza, mi dolor de estómago (lo escribo con el corazón al borde de un estallido), eres la grieta en mi destino, la premonición inconclusa desde hace meses; eres, por lo tanto, mis ataques incontenibles de risa cuando ya no sé que sentir al respecto, eres mi "una semana más, por favor, para procesar lo ocurrido". Eres, esa es la cuestión, porque si no fueras no te vería al cerrar los ojos, no alucinaría, no me sentiría demente, no pensaría en nuestros atardeceres pendientes, ni en las pasadas lunas llenas. 


Pero me he dado cuenta de cuál es el problema. Las cosas serían más fáciles si tú y yo no fuéramos artistas; ni tú te esforzarías en querer matarme, ni yo me esforzaría en querer morir. Porque los artistas son crueles, crueles a sobremanera, y lo que odio, más que ninguna otra cosa, es que entre todos te siga prefiriendo a ti. Me importas, he ahí un problema más. Pero el mayor de todos es mi odio hacia ti; te odio por cuánto me gustas, te odio porque la solución sería que dejaras de hablarme, te odio porque te quiero querer, te odio porque eres libre de elegir y no me has elegido, te odio porque existes y te odio, con el dolor que mi alma permite, porque no te tengo... no te tengo. 



Fotografía por
Violeta Risueño.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Las Historias de Lluvia, Nieve y Fuego


(Consejo: el cuento se disfruta más si escuchan esta canción mientras lo leen.)





Érase una vez Lluvia, caminando con los ojos al piso, entre las calles azoradas por la noche, buscando hallar su camino a casa. Pateó tres rocas y una lata vacía, con el paso lento y la mirada aún clavada en el gris monótono del concreto; frotaba sus brazos ante cada ráfaga del viento de noviembre. Las luces de las casas vecinas fuéronse prendiendo de una en una, contrastando con el azul rey del cielo. Lluvia, medio congelada, se retrancó en un árbol rezumando de tristeza. Comenzó a llover.

-No porque me moje con lluvia dejaré de quererte... -Y se sentó bajo el árbol torcido de pocas hojas. -Le soy fiel al sentimiento que olvidaste, así se me empape el alma.

Fijó la mirada en el movimiento descontrolado de las hojas doradas, era el árbol más viejo de la ciudad, con dos huecos profundos en el centro cuales ojos y con las ramas verdes. Habían dos iniciales talladas en él; Lluvia les pasó la yema del dedo encima, se encogió de hombros ante una ráfaga más y echándole un vistazo a ambos huecos oscuros, pronunció:

-No porque los árboles hayan dejado de beber de nuestro aliento, las madrugadas de noviembre se cansarán de extrañarte, así me entumezca el frío.

Nieve, en algún lugar de esa ciudad de luces amarillas, amaba a Fuego. Paseaban guiados por la luz de luna, omitiendo la calle del árbol donde todo marchita, hasta los recuerdos. Se sentaron una vez en el parque y Nieve arrancó una flor para Fuego. Fuego la hizo cenizas como suele consumirlo todo; pero Nieve estaba ciego de amor, porque después de aburrirle los árboles y los labios rosas de Lluvia, se maravillaba ante la presencia maligna de los poderes de Fuego.

-Te querré a pesar de que palpites sobre el pasto, Nieve... - Y de pronto la lluvia se volvió aguacero, forzándola a juntar su cuerpo con el tronco seco del árbol. -Te querré por tu aroma a leña quemada y por tu tacto como el de un rayo.

A Nieve le gustaban los ojos de Lluvia y los veía siempre en sus sueños, al lado de rosas blancas de vez en cuando salpicadas con el rocío tibio de sus lágrimas. Nieve tenía el cabello marrón y rizado, y Lluvia, negro, como la muerte. 

-Te querré cuando vuelva a mí el olor a café que expide tu cabello al viento. -Y entonces lluvia sintió un abrazo, perforándole el interior con un calor desconocido. Abrazó de vuelta al árbol y se confundió su llanto con el retumbar de las gotas en los techos de las casas, en los columpios para niños y en su alma, que ya iba ahogándose.

Nieve nunca besó a Fuego como a Lluvia, rozando su mejilla durante un segundo eterno. Y Fuego estremecía porque sabía que Nieve aún la recordaba, se le había escapado su nombre una tarde que dormía, porque Lluvia también pensaba en él,  pensaba en las veces que la dejó recostarse en su hombro e interpretar sus latidos. Fuego no podía hacer latir a su corazón tan vivamente como lo hizo Lluvia, cuando apretó su mano.

Lluvia siguió llorando, con inmensa zozobra, porque la boca de fiebre de Nieve y su rayo, su leña quemada y su café ya no volverían. 

-¡Nieve mía, Nieve...! -repetía Lluvia ya de rodillas, con lodo hasta en las entrañas y un dolor más fuerte que el viento y el agua que la golpeaban. Lluvia se derrumbó a la medida que derrumbábase el cielo; mientras Nieve y Fuego, en algún lugar escondido de esa ciudad de luces amarillas, no pensaban en nada, con un abrazo se libraron del frío. Se les pasaba noviembre; Nieve acariciando el rostro de Fuego así se quemara y Fuego riendo para sí misma de Lluvia porque ya había cesado el rostro frío que ella amaba, había terminado de consumir su leña, había calcinado su tacto de rayo, evaporado el café, amortiguado su pena y enloquecido su fiebre. 

Y Lluvia lloraba porque sabía de Fuego y que nada podía hacer, porque se le escurría entre los dedos a Nieve y empañaba su vista. Nieve ya no la quería más y Lluvia lo querría para siempre. El aguacero pasó como se le había pasado la vida y se halló sola junto a un árbol tieso y deshojado, con los ojos empapados de sal y ceniza. Se sacudió las rodillas y la plata lunar empezó a abrirse paso por las nubes. Apretó su bufanda hasta sentir que se asfixiaba y en un murmullo dijo:

-Sufro, sufro porque me dijiste que yo era demasiado triste...

La sombra del árbol se empató con la sombra de Lluvia, ella soltó su bufanda roja y caminó sin rumbo, sin intención alguna de dirigirse a casa porque le pesaba la ropa y estaría más sola allá que en el callejón donde todo marchita, hasta las angustias.     

-Nieve... se nos acaba noviembre. El césped ya se ha sacudido tu hielo y las aves no repiten tu voz. Sin embargo esos ojos amarillos y crueles iluminan la avenida, burlándose de la lóbrega ausencia de mí; porque sin ti no soy. 

Entonces Lluvia renunció a su insomnio con velas y regresó para quedarse al lado del árbol muerto y pensar en Nieve. Pobre Nieve, sin tan sólo supiera cuánto embellecía con la lluvia, las cosas embellecen cuando llueve. En cambio el fuego lo destruye todo. Al amanecer, Lluvia lo supo,  y se acabaron la ceniza y la sal en sus ojos, la única hoja dorada del árbol brilló bajo el sol, la bufanda roja no le asfixiaba ni le pesaban sus ropas. Ella sabía, que al final de todo, la lluvia apaga al fuego.

(Ilustración de Santiago Caruso)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Realidad Virtual

Título: Realidad Virtual
Colección: Ciudad de los ángeles

domingo, 10 de noviembre de 2013

Encantados

Me encanta que te encante la música que me encanta, tanto como me encantan tus ojos y que te encante verme. Me encanta tu sonrisa y tu acento poblano, me encantan las horas juntas cuando te encanta mi compañía.

Me encanta que guardes secretos y que te encante saber de los míos casi más de lo que a ti te encanta mi repudio por el refresco. Me encanta que me cuentes historias y a ti te encanta que las escuche; nos encantamos, niño, como se encantan el rocío y la flor.


...También me encantan tus pinturas que te encanta que me encanten; me encantas tú, de arriba a abajo, de abajo hacia arriba. Sencillamente me encanta que me encantes.



sábado, 9 de noviembre de 2013

Bello

Él es lo más bello que he visto; más bello que un paisaje, más bello que la luna. En sus ojos encuentro estrellas, en su piel arena, en sus caricias brisa... en sus labios rosas.


domingo, 3 de noviembre de 2013

Disculpas

Antes de que digas nada o cualquier otra cosa quisiera pedirte perdón.


Perdón por ser la clase de chica que camina mirando al piso... o al cielo. Perdón por ser la clase de chica que patea las hojas de otoño y huele flores. Te pido perdón por mi molesto amor a la historia y pasión al arte. Perdón por ser la clase de chica que detesta los centros comerciales e ir de compras.


Lamento tener una opinión para todo y una teoría para muchas cosas. Quisiera pedirte perdón por vivir en sueños, por leer tantos libros, por no poder evitar ver la arquitectura en las calles y las fotografías en los muros. Perdóname por ser silencio y por hablar demasiado. Perdóname por guardar tus fotos y por soñar contigo... ¡no controlo lo que sueño!... ¡no puedo!... no puedo.

Siento mucho, de verdad, que me perturben mis pensamientos, que me persigan mis demonios y que no deje de aprender del pasado. Te pido disculpas por mi voz, pero es que así hablo, me salen las palabras y los modos de no sé dónde, ¡de las entrañas!, ¡del ombligo si quieres!... ¡caray!, no te parece nada. Perdóname por escribirte poemas y hacerte dibujos. Sé que no lo hago bien, pero me inspirabas a hacerlo.

Disculpa mi interés por ti, por cómo fue tu mañana, por tus preocupaciones y por tus alegrías. Discúlpame, por favor, por cuando he sido lluvia, por tener el cabello demasiado oscuro, ojos grandes y observarlo todo, por hablarte de música y pedirte consejos. Me apena, como no te imaginas, haber sido contigo yo misma y haberte prestado mi tiempo.

Perdón por ser la clase de chica sincera, la que viste de negro, a la que le gustan sus clases y no duerme por hacer sus tareas. Perdón por ser la clase de chica que no se arregla lo suficiente, odia amarrarse el cabello, se pinta los labios de rojos, de rosas, de naranjas, de cafés. Perdón por ser la clase de chica que se arriesga, que enfrenta sus miedos, que disfruta... disfruta hasta de sus tristezas.

Siento mucho haberte aburrido con mis pláticas sobre estrellas, sobre hadas, sobre filosofía. Siento mucho haberte aburrido con mi gusto por el teatro, por los museos, por lugares antiguos y por los cuadros; pero ¡¿qué podía hacer?! Siento mucho no haber estado a la altura de tus temas.

Me disculpo una y mil veces por narrarte mis pesadillas, por compartir mis temores, por elogiarte, por verte a los ojos, por tomar contigo café y pasear en la tarde. Discúlpame por las risas, por permitirme rarezas y ridiculeces, por rozar tu mano y confundir tu cuerpo con fantasía.

Y por encima de todas las cosas te pido perdón por desear un abrazo, eso, un abrazo, ni más ni menos, sólo un abrazo de despedida. Perdón por llorar ahora, pero la culpa es mía desde que dije "hola".

Como sigo sin entender que habré hecho para arruinarlo, te pido disculpas por todo cuanto me pudiese faltar y quieras perdonarme o no, eso no te da derecho ¡¿me oyes?!, no te da derecho a traer colgando mi corazón en tu suela, a rascarme como se rasca una costra, ni a mofarte de mis sentimientos. No te da derecho a prometerme cosas ni a plantarme anhelos, ni a decirme princesa. ¿No puedes ser más cruel conmigo? sé que son menos mis habilidades que mis defectos; así que perdón, por última vez, por dejarte conocerme y querer conocerte, por vivir en una realidad distinta a la tuya, llena de mis tonterías y lejos de tus ambiciones. Perdóname por pensar en curar tus soledades, por quedarme a costa de mis impulsos y por quererte, poquito y bien, como nadie, ¡nadie! podría hacerlo.


domingo, 27 de octubre de 2013

Absurdo y Loco Amor

Laura G. García:

Soy esa clase de persona que cree que el amor es esa fuerza que mueve al mundo, y al final resulta ser la emoción mas compleja de todas, trato constantemente de explicarme a mí misma lo que es el amor, pero en realidad suele ser sumamente complejo, por eso escogí pensar que la base de todo sentimiento es el amor, pero caigo en una gran contradicción porque al escribir suele ser lo mas hermoso , a pesar que en la práctica para mi haya sido algo nefasto, suele asombrarme el no poder comprender la razón, el inicio, o inclusive el nacimiento del amor y es que es algo inesperado incluso llega a ser indeseado, sin embargo uno no escoge en que momento desea sentir el amor, ni de que forma o hacia quien, es algo que simplemente nace, es incontrolable y logra desatar tantas emociones, que aveces uno no entiende de razones.

Nadie entiende al amor, la mayoría ha sufrido por el, pero todo el mundo desea enamorarse, ¿ como puede ser esto ? creo que eso es lo maravilloso del amor, que él siempre termina sacando la mejor versión de ti, y es que uno no puede fingir cuando está enamorado, el alma brilla y se muestra en todo su esplendor, esa es la magia del amor, es como algo irreal, es simplemente perfecto, y único, no cabe duda alguna que el amor es un arte, que no se muestra al ojo común, solo el ojo sensible puede verlo tal cual es, y aunque parezca una locura, termina siendo el acto mas cuerdo, el que nos humaniza y nos permite conocer nuestra verdadera esencia, por eso digo que vale la pena amar siempre, y que una lágrima derramada por amor no es una lágrima, sino más bien un estallido de emociones imposibles de contener en un vaso de agua. Amar es arriesgado, pero sin duda, es lo mejor que uno puede hacer.





Absurdo y loco amor


¿Seguiremos fingiendo que esto que nos pasa no es amor? Porque vivir en una absurda negación, es tan lejana de la realidad de aquel ensueño llamado amor, un dulce sentimiento que permanece oculto en un follaje de amistad, en lugar de propagarse con radiante luz, hasta llegar a ser aquel tan anhelado resplandor en medio de la oscura humanidad. –Déjenlo radiar- -déjenlo, déjenlo brillar – que este bello solo no le llegue su ocaso, sino que su luz fluya como ríos de agua vivía, torrentes desenfrenadas imposibles de contener en un vaso de agua, oh si tan solo pudieses ver lo que hay dentro del fruto del amor, antes que este se secase, oh si tan solo este absurdo sentimiento que con locura crece en mi interior llegase a ser más que un simple sueño, pero si tú no eres más que una lejana estrella que se encuentra brillando cada noche iluminando mi ilusión, - tonto, tonto corazón- que no comprende, escucha el leve susurro del silesio hablar en soledad, mira, abre bien los ojos que has de hallar a la razón en medio de tanto sentimentalismo, - calla, calla oh cruel razón- deja a este pobre ciego corazón sentir el resplandor del amor, bañando al alma de la luz del sol del amor. Y a lo lejos veo llegar el alba de un nuevo amanecer, de nuevo en una triste soledad que seca los huesos, que cala en el alma, viviendo sin vivir, amando sin amar. Oh que cruel es callar aquello que inspira a navegar en medio de un mar de dudas, la duda del mañana, sin sentido vuelvo a preguntar, hasta cuándo, hasta cuando he de callar el tan anhelado sentimiento, vale la pena continuar, mejor me es tener tu brillo que no volver a verte oh sol mío, oh triste corazón, escucha hoy a la razón. Velo cual ilusionado que escucha ese cántico celeste de un sinfín de notas musicales que llevan a tu rostro, amado mío, oh que frío siente el corazón viviendo un eterno invierno que abunda sin cesar en medio de ese tierno brillar de tu cálida mirada, que dura es la ausencia que pierde los estribos ante la falta de presencia, oh cual vacío siente, de pronto mi dulce sinfonía decae a la agonía al contemplar que solo en mi pensar haz de ser la rea realidad, de una dulce mas insípida amistad que penetra el alma, el crepúsculo de un nuevo atardecer le llega a este fruto apacible mas ahora imposible del amor, oh cruel destino hasta cuando has de ser mío.



Por: Laura G. García

domingo, 20 de octubre de 2013

La Espera

Me es imposible concebir el hecho de que existes en un mundo real. Tengo arraigado el hábito de confundir los sueños con la vida, eternamente.

Tengo curiosidad de tu voz, si es que llego a escucharla ¿cómo sería?, no sé si grave o melodiosa. Tengo curiosidad de tu tacto, si es que llego a sentirte ¿cómo sería?, no sé si frío como la noche o ardiente como un sol.

Poseo la impertinencia de querer guardarte en mis desvelos y en fotos pálidas, por temor a un encuentro que el destino ya planeó sin tomarme en cuenta. No me preguntó si soportaría al fijo café de tus ojos o si me gustaría estremecerme cada vez que me buscaras. Tu presencia fue metiéndose en el desorden de mis actos, como un halo de ensueño que me cobijó y temo tanto, amor mío, que el halo tórnese tan frágil como telaraña, como lo hiciesen antes mis ensueños... todos.

Espero, paciente, a tu encuentro, con el corazón entre la duda y la excitación, con el dedo meñique rascando mi rodilla, con el cabello despeinado y con los labios rojos; espero, espero, espero, haciéndoseme eterno el día, porque siento que cuando llegue la hora despertaré, se me irá de nuevo la vida, se me retorcerán los pensamientos, porque tú, amor mío, me tienes tan inquieta como ave de la mañana, porque tú, amor mío, podrías quebrarme como a una muñeca y porque tú... no existes mas que en mis perpetuas soledades bajo arbustos tiesos, no existes hasta que haya escuchado tu voz y a tus dedos rozado, hasta que mires mis ojos y yo te acaricie con el café de los míos.

Es que ten en cuenta, amor mío, que tengo arraigado el hábito de confundir los sueños con la vida.

Umbral del Amor
pintura por Daniel Saucedo

miércoles, 16 de octubre de 2013

El Coraje Se Contagia


Cátedra Alan Touraine
La opacidad del presente. Derecho a la información, Estado y poderes fácticos.
Julian Assange, Kristin Hrafnsson, Blanche Petrich y Pedro Miguel.



El Coraje se Contagia




Durante la Cátedra Alan Touraine, el pasado 10 de Octubre de 2013 a las  11:15 hrs se impartió en el Gimnasio Ellacuría de la Universidad Iberoamericana Puebla la conferencia referente al fenómeno mundial en el que se ha convertido “Wikileaks”, teniendo como conferencistas a Julian Assange (wikileaks/video), Kristin Hrafnsson (Wikileaks/Islandia), Blanche Petrich y Pedro Miguel (México).
            
Wikileaks se ha comprometido con el estatuto del derecho a informar y a ser informados por un precio muy alto. Después de haber evidenciado al gobierno estadounidense mediante la exposición de hechos verídicos en las guerras de Irak y Afganistán,  Julian Assange, (fundador y editor del sitio Wikileaks) ha sido señalado como un terrorista de alta tecnología, obligándolo a ocultarse fuera de su país y dejando al sitio con un bloqueo bancario. Lo cual inició la investigación criminal más extensa de los últimos tiempos en Estados Unidos.
           
Para Wikileaks, según dice Kristin Hrafnsson, la información es una herramienta para enfrentar a los que han abusado de su poder, han mentido y basado sus guerras en esas mentiras y han vuelto a mentir acerca de ellas. Lamentablemente no para todos es así, existen periodistas, cuya única función precisamente es la de informar, que prefieren a la mentira sobre la verdad, lo triste es… que son mayoría. Los medios masivos y comerciales de comunicación están enfocados  a lo irrelevante, son el velo pesado que cubre lo que debería ver el mundo.

Sin embargo hay un dejo de esperanza; el 2010 cambió el curso del periodismo para siempre, la esencia del concepto de democracia y del derecho a la información. El internet genera posibilidades de comunicar a la gente, pero también tiene su lado oscuro; el espionaje. El espionaje, según las leyes, sólo es castigado cuando se le da acceso de información al enemigo mediante este acto, Julian Assange fue incriminado por espiar al gobierno estadounidense e informar al pueblo. Estados Unidos ve al público como al enemigo e informarle a este se considera traición.


Por otro lado hay un punto que no debe olvidarse, EUA utilizó herramientas tecnológicas para el espionaje de gobiernos en todo el mundo; treinta y ocho embajadas de la ONU son espiadas, violando de esta manera el código de relaciones diplomáticas internacionales, incluyendo en dicha violación el secuestro aéreo del vuelo de Edward Snowden, ex integrante de la CIA y la NASA quién de igual forma llevó a cabo filtraciones.


Sin en cambio, como se mencionaba anteriormente, en el transcurso de 2010 a 21013 todo cambió, se ha iniciado una especie de guerra silenciosa con tendencias fascistas en curso, con ataques a periodistas, con políticos que aman más sus puestos que la vida en otros países. “Necesitamos ser valientes” afirman ellos. 


La nación de Estados Unidos de América ha demostrado que es capaz de asesinar inocentes no sólo para conseguir lo que desea, sino también por placer, como fue expuesto por Wikileaks en un video de la guerra en Bagdad. ¿Por qué razones no habría de vanagloriarse wikileaks como proyecto periodístico produciendo y compartiendo,  haciendo de los secretos de estado un asunto de debate público, cuando vivimos en un mundo sin privacidad para el ciudadano y con la información blindada?  Tenemos permiso de indignarnos.


La industria mediática es un espacio colonizado que debe democratizarse, cuyo futuro y posibilidad de cambio está en los comunicólogos. Al poder le gusta el secreto, la libertad es la contraparte del poder. Los gobiernos quieren obtener información de nosotros y negarnos la información sobre ellos. Y mientras más crezca la tecnología, más avanza el poder de los medios.                         


Wikileaks es, justamente, un elemento de transformación en este asunto, que rompe y expone al opresor, porque un gobernante que debe recurrir al espionaje es un opresor; así como los regímenes de propiedad de los medios son censura. El primer logro de wikileaks fue demostrar que se puede transformar la realidad con lo que se tiene a la mano; esta es una enseñanza de empoderamiento, pues el poder radica en el lenguaje.           


 “El coraje se contagia”, dicen, y esta es la lección que nos queda; la elección también.



domingo, 6 de octubre de 2013

Ni Canciones, Ni Cartas

Cuando cae el sol es que comienzo a pensarte;
deambulando por las calles desoladas tras tu beso,
por el farol apagado en el callejón de tu caricia
y por el árbol testigo de tu encuentro.

Pego la frente en el cristal de mi auto

bajo el tibio velo de la noche más oscura,
buscándote, para convencerme de que no eres sueño
queriendo siempre atravesar las paredes con mi vista
para hallarte ahí, en nuestro desván de anhelos.

Entrelazo ahora mis manos con el aire

y lloro la noche que teñías con magia
para, con el tinte rosa de mis labios secos,
enmarcar tu aliento junto a mis fotos viejas.

De ti no quedó la respiración sobre mi cuello,

tampoco tus canciones, tampoco tus cartas;
te robaste mi tatuaje de luna inquieta
para conservarme sólo en las fantasías de tus tardes.

Me quedé sobre una cama tendida y lánguida,

con el pecho bañado en lágrimas tuyas y mías,
al final creí verte en el espejo del pasillo
repetías quedo: no, amor, olvida.