¿Cuántas veces atrás te habías marchado para siempre? Las suficientes.
Desafortunadamente me quieres; quererte te hace capaz de sacarme una lágrima, de romper mi corazón de manera irremediable; me hace incapaz de olvidarte si lo intento, tratar de no lastimarte y al final desearlo, al final hacerlo. Los que me quieren me encierran con llave, después piden perdón... y yo perdono.
No me quieras, si te vas a ir ¡vete!, pero no me quieras, no así. ¿Sabes lo tonto que es soñar todas las noches con tu rostro?
Pensé cada instante durante un año en un "nosotros" que tenía despedazada cada sílaba. Viví sumergida en historias falsas e imposibles, dormí en la añoranza que me ocasionaba la distancia, intentando regresar en mi mente el tiempo.
Cierro los ojos, entonces entiendo: Ya nunca será otra vez.