jueves, 20 de marzo de 2014

El Poder de los Medios de Comunicación

No publiqué mi tercera entrada del Reto Literario (click aquí para saber de qué estoy hablando) por lo que, según el contrato que firmé, seré merecedora de un castigo que expondré más adelante. Espero que Paulina se apiade de mí, porque hasta ahora el castigo parece ser tener que hacerme un piercing y no quiero. 

Esto es lo que ella escribió con el material que le entregué: En mis últimos momentos


La razón por la cuál no publiqué fue porque tuve fallas en mi internet, que regresó hasta las 2:00am, desgraciadamente demasiado tarde. Lo importante es que esta vez no fallaré, he aquí la imagen que me envió Paulina, la cual me hizo reflexionar profundamente:








El Poder de los Medios de Comunicación




El mensaje correcto no es el que ha sido transmitido o propagado con éxito. El mensaje correcto es el que está generando un verdadero cambio.





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La Real Academia de la Lengua Española define "comunicar" como la acción de propagar, de transmitir un mensaje; y aunque dicha definición se quede corta, representa los hilos dirigentes de la sociedad, pues es esta actividad la que define su comportamiento. Si pensabas que existía el libre albedrío estabas en un error. Todo lo que hacemos es controlado, TODO. 

Hace casi dos siglos, la sociedad se regía por otras normas similares, pero más sencillas. El poder lo daba la energía (por la Revolución Industrial) y era esta la que establecía la dirección y el comportamiento de los miembros de una sociedad. Como un poco más atrás lo estableció Dios o mejor dicho, el temor a Dios. Me explico: durante la Edad Media, la clase dominante que vendría siendo la Iglesia, se ocupada de dominar (valga la redundancia) al resto con el instrumento del miedo, miedo a Dios y a sus mórbidos castigos; dicha obra llevada a cabo por la Santa Inquisición. Tiempo después, con el progreso tecnológico de la Revolución Industrial, la energía se sostuvo como fuente de poder, mientras que el control fue pasando a manos de una nueva clase dominante: la burguesía, quienes poco a poco optaron por remplazar el discurso religioso por uno aún más macabro: el discurso en las implícitas normas de la sociedad (esto de la "Sociedad-Dios" merece el título de una de mis siguientes entradas). Actualmente, debido al proceso histórico de un sin número más de revoluciones, la energía fue desbancada por la información -de toda clase- la cual pasó a ser la cuna del poder. Quien tenga la información en sus manos, es el más poderoso. 


¿Y quién controla en mayor medida la información que conocemos?, los Medios de Comunicación. Aparentemente en los Medios de Comunicación existe una batalla de voces con variedad de posturas, en cambio la realidad nos muestra que están bajo el mandato de una misma clase dominante, presentando un discurso/idea semejante, pero con palabras diferentes, para hacernos pensar que tenemos la "libertad" de elegir entre varias opciones sobre qué escuchar, qué ver, qué consumir, porque a fin de cuentas la información está hecha para ser consumida (esto de la libertad merece también un escrito completo) y no se vendería de la misma forma si nos diéramos cuenta de que ha sido encubiertamente impuesta. El término de Medios de Comunicación está mal empleado, porque como lo mencioné anteriormente la RAE se queda corta al momento de definir el proceso de "comunicar"; el término correcto vendría siendo Medios de Información. La cuestión aquí es ¿Qué nos están informando?

Todo se ha vuelto información, absolutamente todo, inclusive nosotros, y facebook es una muestra de ello. Esta red social traduce nuestra vida en datos y no, incluso si no tienes facebook no estás a salvo de este estatuto. Si todo se ha vuelto información y la información tiene la capacidad de transformar el comportamiento de la sociedad (como en revoluciones, manifestaciones, movimientos, etc.) surge lógicamente la paranoia de querer controlarla. Los Medios tienen esta finalidad. Parece una incoherencia, puesto que su nombre implica justamente el deber de mantenernos informados, pero lo que hacen es captar la información, procesarla (meterle mano a su voluntad y para su beneficio) y retransmitirla a nosotros, su público feliz en tragamos lo que nos den.


No nos damos cuenta, pero el mundo es bombardeado consecutivamente por los Medios, simplemente contemos los anuncios publicitarios en cada calle, las horas que pasamos frente al televisor, las mañanas escuchando la radio, las cuarenta horas al día metidos en redes sociales. Todos somos sus víctimas, todos estamos recibiendo sus mensajes. Entre tantos mensajes basura sería común pensar en la saturación de nuestro cerebro, empero olvidamos que este es "selectivo", lo cual significa que prestará atención exclusivamente al mensaje que sea más llamativo para él y por lo tanto será este al que procesará y consumirá. Lo que empieza a inquietarme aquí es por qué demonios cosas como Miley Cyrus, Starbucks, Crepúsculo, lo Hipster, están siendo tan maliciosamente consumidas, ¿cuándo se volvieron el "mensaje más llamativo"? 


Entonces empezó a ensombrecérseme el rostro, porque recordé que nuestro cerebro no sólo es "selectivo", sino también "imitativo".  Nuestra mente realiza una comparación inconsciente (bueno, no inconsciente, sino insertada por las medidas de "qué está bien y qué está mal" dentro de la sociedad) entre los modelos y mensajes a los que está expuesto, para elegir al que sea más llamativo (bajo estas mismas medidas sociales) y una vez que lo procesa y almacena, lo imita. ¿Me equivoco?, el comportamiento de la gente no miente, hace mucho que empezamos naciendo originales y morimos siendo copias.


Definitivamente algo anda mal en una sociedad donde el modelo más llamativo para un niño deja de ser su padre para pasar a ser su caricatura favorita. Imaginen el estado de somnolencia de una sociedad en la que la televisión es el miembro más influyente de la familia. Se ha acercado el momento de decir que si consumimos información/ideas/productos con las características de Miley Cyrus, es porque está inmerso en nosotros una necesidad de aspiración que nos ha vuelto esclavos sin cadenas e ignorantes de nuestra prisión propia. Gastamos nuestro dinero para comprarnos un sentido de vida y eso es lo más triste que he escuchado. Es innegable que la información que nos es vendida por Crepúsculo (la importancia de tener novio según Sthepen King), por Starbucks (la experiencia de tomar un café y tomarle foto al vaso), por lo Hipster (lo mainstream no es cool, por lo que ser no mainstream es cool, lo cual vuelve a lo no cool mainstream) a través de los medios de comunicación, envuelve un sentido de vida al que queremos llegar y la única forma de llegar a él es mediante la imitación o el consumo de este. 

Los Medios de Información nos están diciendo qué comprar, qué ropa vestir, qué comer, qué música escuchar, a dónde ir, qué regalar... qué pensar, ¡cómo pensar! para alcanzar ese maravilloso sentido de vida, mostrado tan eficazmente a través de la publicidad, por ejemplo, la televisión o cualquier otro Medio que se te ocurra. Nos están mostrando un camino. Es importante estar dentro de este camino, porque si no seremos juzgados por la sociedad, la libertad siempre causa incomodidad para los que están fuera de ella. 





Los medios de información están rotos, han cambiado su objetivo original hacia el de mantenernos controlados. Ni siquiera las resistencias o contraculturas como lo punk, se escapan de esta forma de mediación, porque sus elementos son recibidos, procesados de una manera maquiavélica y retransmitidos hacia nosotros haciéndonos suponer que estamos metidos en algo contracultural, algo opuesto a lo que sigue la mayoría, algo que nos hace sentir diferentes; sin embargo, aprovechándose de esta sensación, nos dan de igual forma  una serie de información llamativa para que la consumamos. Un ejemplo sencillo es la música punk, como decía, procesada por los Medios de Información y retransmitida en grupos como Green Day o Avril Lavinge.


Los Medios de Información no sólo se ocupan de controlarnos mostrándonos esta guía o camino, también pretenden distraernos. Como dice Chomsky, nos alejan de los verdaderos problemas sociales, cautivándonos con temas sin importancia real; se dirigen hacia nosotros como si tuviésemos 12 años de edad, aconteciendo una reacción inmadura o desprovista de crítica por nuestra parte; usan predominantemente el aspecto emocional como chantaje para causar un cortocircuito en cualquier posible análisis racional; o como dice Adorno, emplean la creación de  una extensión fantástica de la realidad que nos haga olvidar la nuestra; esto es fácil de reconocer en el cine, donde tras salir de la función aún queda la sensación de estar dentro de la película. Promueven la ignorancia, la mediocridad, el ensueño maligno.


Sin en cambio, a nadie se le puede culpar por no saber algo que jamás se le ha enseñado. La culpa no es del gobierno como muchos piensan, ni de la burguesía, ni de quienes sean que manejen estos Medios. La culpa es de nosotros, de los que sabemos qué está ocurriendo pero elegimos callar, atesorar nuestro conocimiento para el fomento de nuestra vanidad; de los que nos quejamos mucho, criticamos a todos y olvidamos buscar cómo cambiar las cosas.  Siempre he creído y siempre creeré que la raíz de cualquier problema habido en México o el mundo, de índole social, económica, política, cultural o cualquier otra, está en la educación y por lo tanto sus soluciones están en la misma. Podemos concluir, después de todo este rollo, que los Medios de Información están educando a nuestra sociedad... ¿educando?, malcriando, yo diría.


Quiero terminar con un delirio, porque me gusta citar a Galeano y porque tengo todavía esperanza sino en la sociedad al menos en mí y en este recinto de Bella Soledad como un mini Medio de Información. Mis creencias ya les darán una idea de mi juventud e ingenuidad. Pero insisto en delirar con una mejor sociedad, donde el arte no esté degenerado, donde no se denigren a las ciencias humanas, los periódicos no destruyan la información, la televisión no nos diga qué forma de vida llevar, la radio no distorsione la verdad, las revistas no descompongan la belleza y el internet no esclavice, libere. Donde los Medios de Información enseñen valores, no vicios; tolerancia, respeto, no violencia; honestidad y justicia, no corrupción.

Siempre es bueno empezar el día con un delirio, con una imposibilidad o descabelladez; que si una flor es muy aromática, le impregnará su aroma a las que no lo son, porque Pablo, mi profesor de Comunicación y Sociología, dice que "eso de que uno no puede cambiar al mundo es la mamada más mamada de todas", y yo estoy de acuerdo. Por ello me dedico a escribir, a hacer arte, porque el arte para mí funge como factor de cambio social, además de ser mi vida, y en este momento nada se ha hecho más necesario que el cambio. El mensaje correcto no es el que ha sido transmitido o propagado con éxito. El mensaje correcto es el que está generando un verdadero cambio. Todos tenemos algo que decir y más vale hallar el modo de decirlo, transmitirlo, propagarlo... porque es posible. Y el resultado no va a ser para los ricos ni para los poderosos, sino para nosostros como sociedad y para nuestro legado.


Que se jodan los Medios de Información, cualquier mensaje transformador bien emitido, puede cambiar el rumbo de la historia.



*Otras entradas del Reto Literario: VíctorThe Death RopeEn mis últimos momentosNo eres artista 


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