martes, 21 de febrero de 2012

Aprendiendo a Amar

Amar a una persona no se reduce a algo puramente sentimental ni consiste en hacer grandes declaraciones. Amar es actuar con generosidad. Amar a otra persona es, simplemente, un modo de acogerla, de tenderle la mano, de compartir con ella. El amor no es, entonces, posible para quienes sólo piensan en sí mismos y en alimentar su propio egoísmo. Creen demasiado en sí mismos para poder creer también en alguien fuera de ellos. El orgullo y la suficiencia son radicalmente contrarios a la posibilidad de que se desarrolle el amor. Sólo la persona que ha tomado plena conciencia de lo que significa ser hombre tiene capacidad para salir de sí mismo, entregarse a otro, participar de su vida personal y amar de verdad. Sólo la persona que ha comprendido realmente la indigencia de nuestra condición humana puede ser capaz de entablar un diálogo creador que lo conduzca a descubrir el verdadero amor.

CERNA, Sergio. La familia formadora de las personas, México, Edic. Paulinas, 1990








1 comentario:

misticaluz dijo...

Hola, ecantada de saludarte. Agradezco tu comentario y visita a mi rincón. Es un placer recibirte.

Tu blog es bonito y se respira armonía. Bonita entrada esta.

Recibe un relajante y cálido abrazo de luz para tu ser.

Beatriz

B