Descubrí lo difícil que es comenzar una línea antes en blanco. Es difícil aquí, lo mio es una libreta rayada, blanca, cuadriculada; con un lápiz, pluma o lo que sea en la mano, una extensión de mi brazo que complete mi ser. Me he visto forzada entonces a escribir antes en papel, las ideas se desplazan muy sencillamente de mis pensamientos a las hojas, siento incluso a veces como si mi mano tuviese vida propia, pues escribe lo que le da la gana sin corresponder siempre a lo que se genera en mi cabeza; ¿O será el dulce olor a tinta que me hace prestar menos atención? De cualquier manera no prometo nada, suelo ser un completo caos. Me gusta escribir de todo, sin discriminación hacia ningún tema, todo puede evocar inspiración.
Es entonces que, en estas frías noches de una bella soledad, me dedico a TI en dondequiera que estés, a TI lector demente que querrá leer mis ocurrencias, mi común desastre, mi vida de telenovela; estoy segura de que tú, ahora y después, leyéndome podrás oler ese diminuto perfume emanado por las letras, ese trasfondo de un corazón abierto, una mente poco convencional, unos labios que no se sellarán jamás y una mano sin descanso, fuera de control e impaciente por escribir.
Podrá ser este sólo un pequeño rincón, apenas una ventana, quizá más apropiado: un espejo. Desde siempre los espejos me han resultado muy siniestros, no será este la excepción. Será el espejo de mis miedos, de mis tristezas, de las absurdas alegrías y los demonios que por siempre allí estarán; un espejo a los abismos y a la fuerte tendencia a la locura, a mundos incomparables ya perdidos.
Suele ser, como dije, que en esas beellas soledades escriba; considéresele a este blog entonces como un oda a la soledad. Y ahora es TU turno, ¿cómo resultará ser tu reflejo?