Simón Sartre:
Soy una contradicción, un poco escéptica ante situaciones tan simples como el matrimonio pero creyente completamente que hay un fantasma que me acosa, soy estudiante de comunicación y como todo ilus@ al empezar la carrera tengo la esperanza de hacer algún día algún cambio tan considerable que mi nombre no se olvide siendo, que, debería yo ser la que recuerde que a veces lo importante es lo pequeño, que a veces ser la distracción de un amig@ en uno de sus días malos es el cambio que realmente importa.
Mi mundo es gris porque creo que las circunstancias lo son
todo, no puedes juzgar una acción sin saber lo que hay alrededor de ella, lo
blanco y negro es poco común, pero no niego su existencia.
Finalmente aunque un poco cursi y sin mucho fondo: me encanta escribir sobre todo cuando estoy
deprimida y el día es gris, soy muy dramática y súper consentida, mi escritura
refleja mi gusto por el drama y el constante recuerdo de que somos efímeros y
frágiles. Espero algún día tener el valor de terminar lo que comienzo, de
superar mi miedo al final y terminar alguna de mis historias para poderlas
publicar.
La Batalla
El viento soplaba
Sus ojos lloraban
Los lamentos se escuchaban
La bandera ondeaba
Sus puños se cerraban
Y tras el velo admiraba
Lo que una vez había sido
Lo que nunca más sería
Maldijo al cielo y a la guerra
Que a su esposo le arrebataba
Mientras el último grano de tierra caía
Sus rodillas se doblaban
Por el peso que en sus hombros caía
De un mañana
Sin besos en los labios.
Sin palabras que amaba
De regreso a su casa
La cocina pasaba
Caminaba hacia ella
Uno de sus cuchillos tomaba
Mientras su mente se determinaba
A la mañana siguiente se encontraba
A la policía que declamaba
Hora de muerte al término de las doce campanadas.
Simone Sartre