sábado, 31 de agosto de 2013

La Batalla

Simón Sartre:

Soy una contradicción, un poco escéptica ante situaciones tan simples como el matrimonio pero creyente completamente que hay un fantasma que me acosa, soy estudiante de comunicación y como todo ilus@ al empezar la carrera tengo la esperanza de hacer algún día algún cambio tan considerable que mi nombre no se olvide siendo, que, debería yo ser la que recuerde que a veces lo importante es lo pequeño, que a veces ser la distracción de un amig@ en uno de sus días malos es el cambio que realmente importa.

Mi mundo es gris porque creo que las circunstancias lo son todo, no puedes juzgar una acción sin saber lo que hay alrededor de ella, lo blanco y negro es poco común, pero no niego su existencia.
Finalmente aunque un poco cursi y sin mucho fondo: me encanta escribir sobre todo cuando estoy deprimida y el día es gris, soy muy dramática y súper consentida, mi escritura refleja mi gusto por el drama y el constante recuerdo de que somos efímeros y frágiles. Espero algún día tener el valor de terminar lo que comienzo, de superar mi miedo al final y terminar alguna de mis historias para poderlas publicar.




La Batalla 




El viento soplaba
Sus ojos lloraban
Los lamentos se escuchaban
La bandera ondeaba
Sus puños se cerraban
Y tras el velo admiraba
Lo que una vez había sido
Lo que nunca más sería
Maldijo al cielo y a la guerra
Que a su esposo le arrebataba
Mientras el último grano de tierra caía
Sus rodillas se doblaban
Por el peso que en sus hombros caía
De un mañana
Sin besos en los labios.
Sin palabras que amaba
De regreso a su casa
La cocina pasaba
Caminaba hacia ella
Uno de sus cuchillos tomaba
Mientras su mente se determinaba
A la mañana siguiente se encontraba
A la policía que declamaba
Hora de muerte al término de las doce campanadas.

Simone Sartre

martes, 20 de agosto de 2013

Cien Años de Soledad

Cien Años de Soledad es una de las grandes novelas del escritor Gabriel García Márquez; a pesar de no haberme enamorado plenamente de su obra, quizá porque no era mi momento justo para el libro o no era el libro justo para mi momento, reconozco haberme perdido en las calles de Macondo tan vívidamente, con sus desfiles de gitanos y su lluvia de flores amarillas,  como haberme enamorado de algún Buendía, sufrir con otro, apiadarme de otra.

Es un libro mágico que trae un enrollo más simple de lo que aparenta, y por si se decidieran a leerlo les aconsejo consultar a menudo el árbol genealógico en esta entrada, pues no es tan fácil llevar el hilo cuando todos los sucesores llevan casi los mismos nombres y apellidos (yo me siento valiente y tonta por jamás haberlo consultado). Sin más he aquí un listado de lo poco que recopilé durante mi lectura; no tanto como hubiera querido pero lo suficiente para conocer la fuerza en el lenguaje de García Márquez y su capacidad para envolverte.






Cien Años de Soledad


Gabriel García Márquez




"Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra." José Arcadio Buendía, pag. 20

"Las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarles el alma." Melquíades

"Los hijos heredan las locuras de sus padres." Úrsula, pag. 48

"En ese estado de alucinada lucidez no sólo veían las imágenes de sus propios sueños, sino que los unos veían las imágenes de los otros." pag. 53

"Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre." pag. 74

"Somos del agua." Melquíades, pag. 81


"Pero de todos modos no entendía como se llegaba al extremo de hacer una guerra por cosas que no podían tocarse con las manos." pag. 106


"Lo único eficaz es la violencia" Don Apolinar Moscote, pag. 108


"Nací hijo de puta y muero hijo de puta." Capitán Roque Carnicero, pag. 137


"Si Aureliano lo dice, Aureliano lo sabe." Úrsula, pag. 149


"Pero lo que me preocupa no es que me fusiles, porque al fin y al cabo para la gente como nosotros esto es la muerte natural." General Moncada, pag.170


"No me molestes por pequeñeces. Consúltalo con la Divina Providencia." Aureliano Buendía, pag. 175


"Sólo él sabía entonces que su aturdido corazón estaba condenado para siempre a la incertidumbre." pag. 175


"No entre, Coronel. Usted mandará en su guerra, pero yo mando en mi casa." La mujer de Moncada, pag. 176


"La certidumbre de que por fin peleaba por su propia liberación, y no por ideales abstractos, por consignas que los políticos podían voltear al derecho y al revés según las circunstancias, le infundió un entusiasmo enardecido." pag. 181


"Hizo entonces un último esfuerzo para buscar en su corazón el sitio dónde se le habían podrido los afectos, y no pudo encontrarlo." pag. 184


"(...) y morirse con ella, sobre ella y debajo de ella, en una noche de desafuero febril." pag.202


"(...) un pacto secreto, un desafío irrevocable cuya culminación no podía ser solamente el amor sino también la muerte." pag. 212


"(...) los fantasmas no tardaron en darse cuenta de que Remedios, la bella, soltaba un hálito de perturbación, una ráfaga de tormento, que seguía siendo perceptible varias horas después de que ella había pasado." pag, 244


"Remedios Buendía no exhalaba un aliento de amor, sino un flujo mental." pag. 246"


"Los hombres que trabajaban en las zanjas se sintieron poseídos por una rara fascinación, amenazados por un peligro invisible, y muchos sucumbieron a los terribles deseos de llorar." pag. 247


"La búsqueda de las cosas perdidas está entorpecida por los hábitos rutinarios, y es por esto que cuesta tanto trabajo encontrarlas." pag. 260


"Ella pensaba entonces que el amor de un modo derrotaba al amor de otro modo, porque estaba en la índole de los hombres repudiar el hambre una vez satisfecho el apetito." pag. 303


"La atmósfera era tan húmeda que los peces hubieran podido entrar por las puertas y salir por las ventanas, navegando en el aire de los aposentos." pag. 329


"(...) a Fernanda no le habría importado la lluvia, porque al fin de cuentas toda la vida había sido para ella como si estuviera lloviendo." pag.332


"Qué quería, el tiempo pasa." José Arcadio Segundo, pag. 350


"(...) el tiempo no pasaba, sino que daba vueltas en redondo." pag. 350


"(...) y fue así como en la plenitud del otoño volvió a creer en la superstición juvenil de que la pobreza era una servidumbre del amor." pag. 354


"(...) y se lamentaban de cuánta vida les había costado encontrar el paraíso de la soledad compartida." pag. 354


"(...) también el tiempo sufría tropiezos y accidentes, y podía por tanto astillarse y dejar en un cuarto una fracción eternizada." pag. 364


"(...) y sin que él le hubiera revelado que estaba llorando de amor, ella reconoció de inmediato el llanto más antiguo de la historia del hombre." pag. 411


"(...) y entonces aprendieron que las obsesiones dominantes prevalecen contra la muerte." pag. 427






martes, 13 de agosto de 2013

El Chico Con Piel de Nube

Fue una sola vez y con eso me basta; 
Una sola vez bebí del jugo rojo de sus labios a distancia,
Una sola vez le respiré la esencia a sus espaldas,  
una y solo una vez le vi a los ojos atravesando mi alma.

De su cabello caían amapolas perfumadas,

sus manos congelaron con su roce mi voz,
en su pecho latía apaciguado el corazón
entre la niebla de la bienaventuranza.

Fue ese roce frío el que me tiró hasta la desgracia

Cuando intentó hacerse camino entre la lluvia y los pétalos
buscando abrigo del afán del cielo
me dejó en el tumulto, sin vida, sin nada.

Desde entonces no he parado de buscarle un nombre,

pues ni héroes ni príncipes se asemejan a su porte
ni a su piel de nube o a sus pasos secos,
hasta los ángeles sucumbirían en el deseo.

Fue una sola vez y con eso me basta

para escribirle tantas líneas como hay olas en el mar
para soñarlo siete veces frente al alba
y rogarle a la luna que ¡aunque sea locura!, no lo llegue a olvidar.  

jueves, 8 de agosto de 2013

Blue

Plastic blue
Invitations in my room
I've been waiting here for you
Reservations made for two.

Sunlight fading
Black tongues speak faster than the car can crash
You supply the rumours
And I'll provide the wrath.

Romance is breaking every heart in two
Casting shadows in the pale shade of blue.

Plastic blue
Conversations in my room
Saving every tear for you
Trusting every word untrue.

Twilight fading
Fate changes faster than the death of light
You supply the envy
And I'll provide the spite.

Reflections cutting every face in two
Casting shadows in the pale shade of blue.


(Picture by: Dan May)


Plástico azul
Invitaciones en mi habitación
He esperado aquí por ti
Las reservaciones se hicieron para dos.

La luz del sol palidece
Las lenguas negras hablan más deprisa de lo que un auto choca
Tú suministras los rumores
Y yo proveo la ira.

El romance está partiendo cada corazón en dos
Proyección de sombras en la palidez del azul.

Plástico azul
Conversaciones en mi habitación
Salvando  cada lágrima para ti
Confiando en cada palabra falsa

El crepúsculo palidece
El destino cambia más deprisa que la muerte de la luz
Tú suministras la envidia
Y yo proveo el despecho.

Las reflexiones están cortando cada rostro en dos
Proyección de sombras en la palidez del azul.

(Picture by: Dan May)




"The Birthday Massacre - Blue"

martes, 6 de agosto de 2013

Recuerdo de Año Viejo

Eran casi las siete cuando ya había anochecido, la cena deslumbraba bajo el viejo candelabro y los manteles rojos ya se habían estropeado con el vino. El árbol navideño era de tres metros de alto, con esferas doradas y luces de colores, ángeles de migajón, regalos a montones por debajo,tarjetas y pastelillos de fruta. 

Toda la casa olía a pino, pero parecía que uno respiraba diamantina con tanto adorno colgado en los espejos y en las paredes. Las risas y los gritos de los niños ponían nervioso al perro, hasta que el sonido de los cohetes lo mandó a esconderse bajo el lavabo. 


Tres cestos con uvas me miraban de reojo sobre la mesa principal; una sola lágrima nauseabunda cayó esa noche, escurrió por mis mejillas coloradas y la atrapé con el dedo pulgar para seguir pensando. Pensaba en lo que fue, en lo que es y en lo que puede que sea, me percaté de que no era la persona que esperaba ser; había olvidado ya todo lo importante. Deseé en ese instante y con todas mis ganas que el año venidero fuera distinto... ¡Me había vuelto tan cobarde! y el miedo mismo me lo introduje sola. Quise llorar todo lo que no lloré en el 2008, quise recordar todo lo que olvidé a la fuerza, quise despedirme del monstruo que fui... sin sentimientos, sin culpa. 


En esa única lágrima se desechó todo. A eso de las dos empezó a darme sueño, en realidad hacía cinco horas atrás que había comenzado a soñar despierta, pero debía dormir para matar las memorias. 


Dejé la copa medio vacía, no medio llena. Dejé la hoja con mi anhelo escrito para quemarla luego, subí a dormirme con la taza de té al lado donde enjuagaría la pena para despertar en un nuevo año sin ningún recuerdo, para vivir plena, sin máscara alguna.



jueves, 1 de agosto de 2013

Cazador

Soy un cazador de orgasmos.
Una profesión poco común hoy en día.
Hay que buscarlos, aprender de ellos
y finalmente atraparlos, hacerlos parte de uno.
Los lugares más frecuentes donde se pueden 
esconder
son tibios cuartos, húmedas bañeras,
cómodos sillones, vibrantes hamacas,
secretos parques, aromáticas cocinas,
veloces automóviles y frescas madrugadas.
Se deben estudiar sus costumbres,
sus movimientos, frecuencia,
intensidad; rasgos que lo acompañan:
gritos, rasguños, mordidas,
estremecimientos, oscilaciones,
plegarias y bendiciones.
Se pueden atrapar en suaves sábanas,
frescas gotas de sangre,
en memorias perpetuas,
frascos multiusos,
material audiovisual (HD Y 3D, fantasía gráfica).
Que gratificante recordar un orgasmo
trepidante en un ascensor, 
o un espasmo fogoso en la cocina,
acompañado de mermelada
y un gemido surround.

Octavio Carranza