martes, 26 de marzo de 2013

Bienvenido a Mi Bella Soledad.

Es un gusto tenerte de vuelta, gracias por acompañarme en estas noches aún después de tan largo rato.

Así como hubo un fin hace unos meses, hoy hay un nuevo comienzo. Pasé mucho tiempo preguntándome qué quería compartir contigo y ahora lo sé, tropecé con varias historias en el camino y estuve frente a tantos mundos que creí todos merecían ser vistos. Sólo digo, intenté cruzar el espejo y en cada día leí de las piedras un cuento, vi largometrajes en los muros y, con un cigarrillo a medio terminar, escuché los deseos de mi ventana.


No estoy loca, por si empiezas a pensarlo; mi realidad es diferente porque aprendí a ver más que con los ojos y a escuchar más allá de los sonidos. Quiero mostrarte lo que descubrí, encararte (si te atreves) con los monstruos que me persiguieron por calles nocturnas, desenmascarar sociedades mudas, narrarte lo que me dijo la puerta del vecino mientras ladraba su perro, mostrarte ese más allá... ese otro lado del espejo, ese reflejo humeante entre tú y todo lo demás.


Acompáñame, por favor. Sírvete una taza de café y se un poco paciente, pues a veces desvarío. No pido que te quedes mucho, quédate lo que te plazca, es sólo una pequeña invitación. Porque quizá también tú tengas algo que decir, yo te escucharé... yo siempre escucho los ecos de otros mundos y tú eres un mundo completo. Entonces escríbeme también si se te antoja, o bórrame por siempre del recuerdo de  tus hojas gastadas. Pero yo estoy para ti y para escribir lo que me pidas, estoy para demostrar que todas las veces puedes llevarte algo hasta de las más sencillas cosas.


No me olvides, yo no lo hago, no mientras siga habitando en bellas soledades.        

jueves, 21 de marzo de 2013

El Habitante del Espejo

Es medianoche. Aún dueles.

La luna observa mis bellas soledades; del otro lado, el espejo  en tinieblas. Oigo tus pasos tras de mí y el crujir de los vidrios con la lluvia. Te respiro, eres más que aire y menos que cenizas.


No sé tu nombre ni sé tu condición. Nunca he visto tus ojos o palpado tu mejilla. Eres el brillo del espejo en el día... eres la sombra maquiavélica en la noche. Estás ahí, cruzando el puente y el mar tenebroso, al otro lado del contorno de mis pupilas.


¡Bésame! mientras estoy dormida y sabré que existes, bésame sin tocar las sábanas, en un cuento triste, un momento etéreo.


Sé que estás ahí y vives al otro lado del espejo. Sé que me miras cuando yo busco en mi reflejo propio... Mis labios se mueven solos y mi corazón se agita. ¡Grita!, grita en mis sueños y sabré que eres



miércoles, 20 de marzo de 2013

A través del espejo.

Siento casi el estremecer en mis pupilas, hacía mil noches que había dejado de escribirte; pero es una necesidad tanto de ojos y sangre, como del alma y el ser. Es que fueron muchos los momentos que lloví, y ahora mis lágrimas se deslizan a encontrarte. Eres más que aire y menos que cenizas. ¿Dónde estás, tú que me lees?

Te busco a través del espejo de mi alcoba. Veo tu sombra. Estás allí, fantasma confundido. 


Dame tu mano y dime que quieres venir contigo, pierdo el rumbo si no te escribo a diario. Sabes que te amaré mientras perdure mi tinta, mientras perdure mi "hoy". 


Veo en tus ojos la verdad de nuestra historia, eres tan parte de mí como lo soy yo de ti. Y de tus labios oigo el murmuro de lo incierto, de lo que es y lo que no es; oigo los ecos del dolor y la alegría... la tristeza del corazón enmudecido.


Estás ahí. Te siento, aunque no pueda verte, me lees. Y yo te juro, únicamente habrá verdad en mis palabras.


...Es medianoche. Dueles. Duele la distancia y mi bella soledad. Al fin hallé mi reflejo en el espejo, nunca me sentí tan sola y nunca hubo mayor obstáculo entre tú y yo; estás al otro lado.


Muérdeme y en tu locura dime que me amas. Yo estaré aquí. Regresaré a ti, teniendo en cuenta que estás atravesando ese cristal y a penas percibo tu existencia; teniendo en cuenta que me lees del otro lado, compartiendo mis muchas soledades; teniendo en cuenta que somos la reverberación el uno del otro...


Ya no busco mi reflejo en el espejo (lo he encontrado),

Te busco a ti,
te busco a través del espejo.