En la oleada triste de inconformes voces,
de pronto, el silencio;
un cartel en alto con fotografía sin rostro
y desnudo el cuerpo;
su nombre en un grito, escandalosas cifras,
el presidente tieso;
y entre rabiosas lágrimas,
frente al ayuntamiento,
diez mil velas, diez mil mujeres
y un hombre ciego.